Padre
Celestial, hoy vengo a ti en oración, alabanza, veneración y adoración. Te pido
que envíes al Espíritu Santo. Lléname de la luz sanadora y el amor sanador.
Padre, borra cualquier tipo de negatividad que me haya sido transmitida,
consciente o inconscientemente, cuando me encontraba en el vientre de mi madre.
Si
mi madre trató de abortar, si deseó no haber estado embarazada y sintió odio
por mi padre y otros miembros de la familia, cualquier cosa que me haya
transmitido negativamente durante las cuarenta semanas en su vientre, te pido
Señor, me toques y sanes.
Amadísima
Virgen María, te pido estés conmigo desde el momento de mi concepción hasta la
actualidad, protegiéndome, intercediendo por mí con los ángeles y los santos
ante la Santísima Trinidad. Toma mi mano derecha. Acompáñame en mi andar,
querida y dulce Madre, durante todos los años de mi vida, en cada paso hasta
llegar al presente. Inúndame con el amor maternal que necesité y que en muchas
ocasiones no recibí.
Perdono
a mi madre por no haberme amado de la manera en que lo necesitaba y deseaba.
Hoy pido una bendición especial para ella. Señor Jesucristo, vengo ante ti y te
pido que estés presente desde que fui concebido hasta este momento, llenándome
de tu infinito amor y misericordia, con cada gracia y don, y sanes cada herida
y dolor. Acompáñame en mi andar, divino Jesús, durante todos los años de mi
vida.
Bríndame
el amor paternal que necesité y no recibí. Perdono a mi padre terrenal por no
haberme amado siempre de la manera en que lo necesitaba y deseaba. Hoy, pido
una bendición especial para él.
A
medida que asciendo cada paso o año de mi vida, Señor Jesús, limpia, sana,
refresca e ilumina mi vida con el Espíritu Santo, transfórmame en una perfecta
imagen de ti. Retira de mí todo odio, amargura y resentimiento, en especial
hacia mí mismo.
Ayúdame
a amarme, aceptarme, ver el bien que hay en mí para que pueda aceptar tu
amor.
Báñame
con tu preciosa sangre.
Padre
Celestial, me veo nacer en tus amorosas y tiernas manos, las mismas manos que
me formaron dentro del vientre de mi madre. Al sostenerme cerca de ti, te
escucho decir: "Porque tú vales mucho más a mis ojos, yo te aprecio y te
amo mucho..." (Isaías 43:4)
Deseo
sentir que tu amor ilimitado e incondicional me envuelve y rodea. Deseo sentir
tu amor y completa aceptación de mí. Gracias, Padre amoroso, por entrar en mí,
envolverme y rodearme de tu infinito amor, tu Espíritu Santo. Gracias Padre,
por colocar mi mano derecha en la de María y mi izquierda en la de Jesús.
Gracias por permitirles acompañarme al ascender por los escalones de mi
vida.
Rodéame,
Padre, de ángeles que me guíen y protejan, aléjame de todo mal y permite que
los santos intercedan por mí.
Señor
Jesús, a medida que camino por mi primer año de vida, retira cualquier temor de
abandono, confusión o rechazo que pueda haber sentido, especialmente de parte
de mi padre y madre biológicos y de mis hermanos y hermanas. Señor Jesús, borra
todo rencor y frustración ante el hecho de haber sido apartado gradualmente de
mi madre, o cualquier culpa que pude haber sentido al creer que era carga para
mi familia y que todavía llevo conmigo de manera inconsciente, y la cual me
afecta.
Jesús,
mientras camino por mi segundo año de vida, sáname de cualquier frustración o
confusión, especialmente en lo relacionado con aprender a caminar, hablar o
comportarme.
Señor
Jesús, mientras camino por mi tercer año de vida y descubro mi cuerpo y aprendo
a controlar mis esfínteres, te pido retires cualquier culpa o vergüenza que
haya sentido acerca de mi cuerpo, o mi inhabilidad para controlarlo como era el
deseo de los adultos, quienes me rodeaban. Borra cualquier tipo de ansiedad o
resentimiento que pueda haber sentido hacia un hermano o hermana mayor, o
profundo resentimiento ante la llegada de un nuevo bebé a mi familia.
A
medida que recorro el cuarto año de mi vida, Señor Jesús, retira la amargura,
frustración o resentimiento que pueda haber sentido hacia mis padres por
corregirme, enseñarme, regañarme o castigarme. Borra cualquier acto de rebeldía
que pude haber tenido en aquella etapa de mi vida y lléname con el deseo de ser
completamente obediente ante ti y mis padres.
Señor
Jesús, a medida que asciendo por el quinto año de vida, elimina cualquier
inseguridad que pueda haber sentido al comenzar el pre-escolar. Retira
cualquier ira y frustración sentida al aprender a relacionarme con otros
niños.
Mientras
camino por el sexto año de mi vida, dulce Jesús, sáname de toda ira, amargura,
confusión, temor, culpa o resentimiento que pude haber sentido al tener que
entrar al pre-escolar. Sáname de cualquier ansiedad que sentí al ser separado
de mi madre y quedar bajo el cuidado de una profesora, en un ambiente distinto
y rodeado de niños que no conocía.
Jesús,
a medida que recorro el séptimo año de vida, te pido sanes cualquier confusión
al haberme sentido más pequeño, o más grande que otros niños y quienes se
burlaban de mí. Retira cualquier ansiedad y auto-condena que haya sentido
durante mi séptimo año, cualquier amargura hacia otros niños del colegio o del
barrio, con quienes no me sentía aceptado o era el último al que escogían para
integrar los equipos deportivos.
A
medida que ando por el octavo año de vida, Señor, te pido me sanes de cualquier
tipo de ansiedad que pueda haber sentido durante mi primera confesión, mi
primera comunión. Cualquier ira, amargura o resentimiento que pueda haber
sentido hacia mi profesor por haberme dicho que mi escritura o lectura eran
terribles y no ayudarme.
Borra,
Señor, cualquier odio hacia otros niños y niñas. Lléname de una amorosa
aceptación por la gente.
Señor,
mientras camino por el noveno año de mi vida, retira cualquier tipo de
ansiedad, temor o culpa que pueda haber sentido a causa del traslado a una
nueva ciudad. Por el divorcio de mis padres, mis calificaciones en el colegio,
o por la manera como me trataban otros niños.
Sáname
Señor. Deja que tu Espíritu me libere.
Toca
especialmente cualquier odio hacia mí mismo.
A
medida que me desplazo por mi décimo año de vida, Jesús, borra toda
autocrítica. Lléname de una actitud sana y amorosa hacia mí mismo. Ayúdame a
ver tu presencia en mí mientras crezco y me desarrollo en mente, cuerpo y
emociones.
Amado
Señor, mientras ando en mis once años, mi cuerpo comienza a cambiar y
desarrollarse y soy consciente de mí mismo. Te pido borres todo odio y
condenación a mí mismo, al igual que confusiones que haya podido sentir durante
este año. Bríndame una actitud amorosa hacia mí mismo.
Señor,
mientras recorro el año doce de vida, si siento odio, ansiedad, amargura,
confusión, temor o inseguridad, es porque estoy buscando amor y deseo sentirme
amado, ayúdame, Señor a encontrarte dentro de mi corazón y de mi alma. Lléname
completamente) del amor que sólo tú puedes brindar. Ayúdame a sentir la
profunda paz interior de ser amado, deseado, necesitado, apreciado e
importante. Te pido que retires cualquier sentimiento de culpa o vergüenza que
pude haber sentido por haber sido, de alguna manera, manoseado o abusado
sexualmente.
Señor
Jesús, en mi andar por el año trece de vida, si temí que nadie me quería o no
le agradaba mi compañía, sáname. Te pido gracia para aceptarme totalmente como
soy. Aleja mis temores de tener que ser atractivo o inteligente, o de tener
tanto éxito como los demás.
Mientras
ando por el año catorce de mi vida, Señor retira cualquier tipo de ira,
arrogancia, acto de rebeldía o resentimiento que pueda haber sentido a medida
que era más independiente y comenzaba a afianzarme como adolescente.
Dulce
Jesús, mientras camino por el año quince de vida, si estuve lleno de ansiedad y
temor ante el hecho de ser rechazado, te pido me toques y remuevas en mí todo
tipo de ansiedad y temor. Lléname, Señor, de tu amor y de un profundo
sentimiento de aceptación.
Señor,
a medida que camino por e año dieciséis de vida, borra toda ira y ansiedad,
amargura, confusión, culpa o rechazo que pude haber sentido en el ámbito de
vida social. Retira cualquier acto de rebeldía que se haya manifestado en esta
época, especialmente hacia mis padres y profesores.
Señor
Jesús, mientras ando por el año diecisiete de mi vida, te pido retires la ira,
ansiedad, arrogancia, negatividad, confusión, envidia o temor hacia mí mismo u
otros, pues comenzaba a tener citas amorosas, o estaba recuperándome de mi
primer rompimiento de relaciones con el sexo opuesto, me preparaba para asistir
a mi primera fiesta de graduación, comenzaba a conducir, o recibía el
Sacramento de la Confirmación.
Señor,
por favor sana cualquier sentimiento de confusión, temor, culpa o vergüenza que
pude haber sentido a causa de mi curiosidad y despertar sexual, o incluso si en
esa época ya era sexualmente activo.
Mientras camino por el año dieciocho de
vida, Señor, borra el temor y la ansiedad que pude haber sentido al preparar
mis exámenes para entrar a la universidad. Por favor retira cualquier temor e
inseguridad sexual que sentí cuando comencé a tener citas amorosas serias y
buscaba pareja. Sana, Señor, todas esas áreas de autocondenación sexual.
Señor,
a medida que atravieso el año diecinueve de vida, sana toda ira y confusión,
desafío, envidia, temor, o actos de rebeldía que pude haber sentido. Libérame,
Señor, de todo temor hacia el rechazo al entrar a la universidad o al continuar
teniendo citas amorosas serias.
Mientras
recorro los años veinte de mi vida, Señor Jesús, libérame de toda ira,
amargura, confusión, envidia, temor, inseguridad, celos o resentimiento que
pude haber sentido. Lléname, Señor, de tu plena aceptación y renueva mi amor
hacia mí mismo. Te agradezco Señor, el haber recorrido los primeros veinte años
de mi vida, sanándome, restaurándome y transformándome.
Señor,
continúa sanándome de todo tipo de negatividad, especialmente en mis años
veintiuno, en el momento del matrimonio, el tiempo de adaptación al mismo, el
rechazo en el matrimonio, la muerte de mis padres, enfermedades, lo que sea,
Señor. Cualquier trauma que produjo heridas y dolor, que todavía hoy me afectan
y se encuentran en las profundidades de mi subconsciente, sánalo Señor,
libérame. Tú dijiste: "Les dejo la paz, les doy mi paz..." (Juan
14:27) Señor, hoy te pido esa paz de una manera nueva, impactante y que me
transforme.
Señor
Jesús, te agradezco por el don de la sanación interior, por permitir que tu
Espíritu fluya dentro y a través de mí. Te agradezco por la "Escalera de
la vida," por las promesas hechas a mí mismo y que tú rompiste y oro para
que pueda continuar creciendo cada vez más en tu amor, tu sanación, tu paz y tu
alegría. Amén.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario