ORACIÓN: COMO SE UTILIZAN LOS SACRAMENTALES



Los tres Sacramentales se pueden utilizar unidos o separados., Lo mismo que en las comidas diarias para toda la familia. Siempre en oración, con fe y devoción.



PARA LAS PERSONAS

Podemos tomar (beber) los tres sacramentales de manera mezclada (en un vaso de agua, se agrega un poquito de sal y una gota aceite), para descontaminarnos de todo lo malo que nos hayan hecho, se toma este vaso y se reza el CREDO, EL AVEMARÍA, A SAN MIGUEL, A SAN JOSÉ y otras oraciones que se deseen, en ayunas o en la noche antes de acostarse.


Al tomarlos se dice: oh Dios uno y trino: lávame, límpiame, purifícame, libérame, desátame y sáname con tu santo poder.

También se pueden signar con ellos en la frente, en el pecho y en las manos. 
+ en la frente: me sello, me libero y me sano con el poder del Padre.
+ en el pecho: me sello, me libero y me sano con el poder del Hijo.
+ en las manos: me sello, me libero y me sano con el poder del Espíritu Santo.



Oración:

Oh Dios y Señor mío toma posesión de mi vida y hazme tuyo cada día más, deseo vivir para Ti en esta tierra y ser Tuyo por siempre en la eternidad. Te entrego todo mi pasado, presente y futuro, obra en mi Señor y no Permitas que el enemigo tenga poder sobre mi y me desvié del camino eterno. Que los enemigos del cuerpo y del alma jamás tengan poder sobre mi y que solo Tú seas el Amo y Dueño de mi existencia. Envíame el auxilio de todo el Ejército del Cielo y refúgiame en el Corazón de María Santa. Amen.



PARA LA CASA

En un balde mezclar agua, una cucharada de sal y una cucharada de aceite exorcizados.
Se comienza a asperjar(rociar) desde la última parte de la casa, por ejemplo desde la terraza o el solar o la última habitación (o sea desde atrás hacia la entrada de la casa o lugar que se desee) y a medida que se va asperjando se va rezando los Misterios Luminosos, y especialmente en las esquinas de la casa (porque son las bases) y en el techo y en las puertas y en las ventanas.


Se debe invocar: LOS SANTOS Coros Angélicos, LOS SANTOS Arcángeles, LOS SANTOS Ángeles, y siempre con la palabra SANTO, por ejemplo, se debe decir: “Le pedimos a Nuestro Señor nos permita la presencia del SANTO Arcángel San Miguel, de nuestros SANTOS patronos.

Invóquese el poder del SEÑOR sobre la casa diciéndole que Él es el SEÑOR, DUEÑO, AMO Y DIOS de nuestra casa y que solo EL tiene el poder sobre nuestra vida y nuestra casa. Pedirle al SEÑOR que nada ni nadie que entren en la casa puedan hacer maldades porque solo el SEÑOR es el dueño de todo.



EL SANTO ROSARIO Y LOS SACRAMENTALES tienen el poder de liberar.

EN LAS ESQUINAS DE LA CASA SE DEBEN COLOCAR LOS TRES SACRAMENTALES.

Cuando se llegue a la puerta principal, ungir la puerta con aceite haciendo tres cruces, y en los dos bordes de la entrada colocar sal, y afuera en la entrada echar el agua (regar lo queda).


Cuando uno vaya a entrar a una casa debe rezar “Bendita sea tu pureza... y tres Ave Marías”. Esto me preserva de que me contamine y se sugiere rezar cada vez que se entra a la casa.
Hágase esta oración:

Oh Dios uno y trino: pasa por esta casa lavando, limpiando, purificando, exorcizando, liberando, desatando y sanando con tu Divino poder. Te nombro Rey, Dueño, Amo, Señor de esta casa y a la Santísima Virgen María como Reina y Señora por siempre, que todo el Ejército Celeste esté aquí.
Es tu morada Señor y todo es tuyo en el amor de María Reina de los Hogares. Amen, amen, amen.


Las oraciones deben hacerse despacio y con fe nunca hacerlas de afán o por hacerlas, DIOS actúa cuando hay fe verdadera y nunca por superstición.


Es muy provechoso poner en la entrada de la casa sea en la puerta o en el marco de la puerta, lo mismo que en las puertas y ventanas de toda la casa medallas de la VIRGEN, DE SAN JOSE, DE LOS APOSTOLES Y/O DE LOS SANTOS para custodia, sello y protección. Siempre orando con mucho amor y confianza al SEÑOR.

Lo mismo que la Cruz o Medalla de San Benito es poderosa contra las fuerzas malignas.

ORACIÓN: de renuncia al mal


Si Oras y no sucede nada, si suplicas y sientes que Dios no te escucha o no te responde, entonces DEBES RENUNCIAR AL MAL (Padre Carlos Cancelado).

Cuando nos adivinaron la suerte, a través del tarot, cartomancia, o de cualquier forma, y más aún, si practicamos o aprendimos cosas de ocultismo, esoterismo, brujería, etc., éstas prácticas abren puertas a Satanás y sus demonios  y el Enemigo entrará y nos atacará con mayor facilidad, porque al practicar las cosas del Diablo, le dimos derecho legal al Diablo.

Pero eso puede detenerse. Esta oración es para CERRAR las puertas espirituales -que por error o ignorancia- le hemos abierto al Enemigo.

OREMOS :

En tu Nombre JESUCRISTO, yo (di tu nombre completo) de manera personal y a nombre de mis antepasados, renuncio a Satanás, a todas sus fascinaciones, seducciones y mentiras.

Renuncio a toda práctica de brujería, magia blanca, negra o de cualquier color, santería, hechicería o vudú.

Renuncio a toda limpia con huevo, yerbas, bálsamos, vino, sangre o fuego.

Renuncio a todo pacto, reto, sello, alianza o consagración al Demonio, a conjuros, perjuros, maleficios e invocaciones diabólicas (respira profundamente).

Renuncio a toda maldición, mal deseo, envidia, odio, rencor, resentimiento, codicia, avaricia, soborno, robo, fraude, despojo o enriquecimiento ilícito.

Renuncio a todo acto de orgullo, soberbia, prepotencia, vanidad y egolatría.

Renuncio a todo rito de iniciación chamánica, espiritista, espiritualista, masonería, filosofía rosacruz, dianética y a toda secta o sociedad secreta.

Renuncio a todo conocimiento de la nueva era, creencia en la reencarnación, esoterismo, metafísica, meditación trascendental, yoga, a todo acto de curanderismo, a las operaciones espirituales, hipnotismo con regresiones, baños con flores, especies, yerbas, sangre de animales o humana, o con otras substancias con fines mágicos.

Renuncio a toda lujuria, aborto, adulterio, homosexualidad, bisexualidad, incesto, violación, pornografía, bestialismo, promiscuidad y prostitución. A todo lo que yo u otras personas hayan hecho ilícitamente para controlar, nulificar o desbordar mi sexualidad.

En el NOMBRE DE JESUCRISTO, renuncio al culto y veneración a la llamada “ santa muerte “ o al vampirismo, a todo encantamiento, invocación y evocación de muertos, a espíritus custodios, guardianes cósmicos, protectores, espías, vigilantes, a seres espirituales nombrados “ maestros de sabiduría “, o a cualquier otro ser maléfico en forma oculta o manifiesta.

Renuncio a todo acto o juego de mediumunidad, a la guija, al control mental, al manejo del péndulo, a instrumentos para encontrar “ tesoros ocultos “ o dinero enterrado.                 
Renuncio también a toda clase de adivinación, sortilegio, lectura de cartas, café y caracoles, a toda forma de astrología, horóscopos o cartas astrales.

Renuncio a los amuletos y talismanes, al tetragramatón, a las herraduras, pirámides, cuarzos, imanes, agujas, sábilas o ajos con moños rojos, imágenes de santos mezcladas con tierra de panteón, limones, velas y veladoras de colores “ curadas “, fetiches y representaciones de mi persona, de cualquier material y forma que se encuentren enterrados, o sean manipulados por mí mismo u otras personas.

Renuncio a toda forma equivocada de “medicina alternativa” que bajo engaños haya ritualizado mi ser al Demonio.

En el NOMBRE DE JESUS, renuncio a toda comida o bebida mezclada con brujería que haya yo ingerido, y a todo lo que haya sido tirado, rociado o untado en mi cuerpo, ropa, zapatos, casa, trabajo, negocio o cualquier pertenencia u objeto que esté cercano a mí, que haya sido maldecido o consagrado al mal.

En el NOMBRE DE JESUCRISTO denuncio, renuncio y echo fuera de mí a todo espíritu de traición, destrucción, muerte, esclavitud, ausencia de Dios, miseria, mendicidad, soltería, infelicidad matrimonial, viudez, orfandad, amargura, envejecimiento o muerte prematura, persecución, problemas con las leyes o la justicia humana, esterilidad, humillación, rechazo, insomnio, deseos de suicidio, aislamiento, locura, soledad, neurosis, depresión, obsesión, miedo, angustia, debilidad, enfermedades crónicas, invalidez, ceguera, sordera, mudez, falta de olfato, imposibilidad de saborear la comida, insensibilidad, celos, inconformidad, incapacidad para vivir, conseguir o conservar un trabajo, una pareja, un matrimonio o una familia.

En el NOMBRE DE JESUS denuncio, renuncio y echo fuera de mí todo espíritu de alcoholismo o de cualquier otra adicción, de mal carácter, de falta de memoria, de falta de control y dominio de mi ser, irrealidad, inconsciencia, envidia, abandono, gula, suciedad, desorden, malos olores crónicos en mi cuerpo, ropa o casa, de falta de fe, esperanza y caridad, de falta de interés en la vida, de desprecio a la Eucaristía y de aborrecimiento o flojera para tener vida de Oración.
En el NOMBRE DE JESUS corto, destruyo y nulifico los medios a través de los cuales fueron hechos los daños antes mencionados: si fueron veladoras, fotos, ropa, tijeras, agujas, fetiches, entierros o lo que haya sucedido.
Renuncio a lo que en forma consciente o inconscientemente haya yo hecho o haya sido hecho por otra persona en mi nombre para obtener poderes, dinero, éxito, buena suerte, o pretender saber el futuro, o bien para conseguir el amor y la salud propios, o ajenos, o tener dominio y control sobre personas, objetos, animales, lugares, espíritus y fuerzas de la naturaleza.

Nulifico los efectos de cualquier práctica contraria al compromiso adquirido a través de mi bautismo, de fidelidad y reconocimiento a JESUCRISTO como mi único Salvador, a los Sacramentos, a la VIRGEN MARIA, a la IGLESIA CATOLICA; a lo que impida el ejercicio de mi sentido común, capacidad de juicio, entendimiento y voluntad.

Echo fuera de mí todo aquello con lo que haya intentado sustituir el amor y la confianza de JESUS.

Renuncio al rechazo de mis padres, desde el instante de mi concepción, y durante mi vida en el seno materno.

Renuncio al mal que me causaron por intentar abortarme: con yerbas, sustancias químicas, o con objetos punzo cortantes.

Renuncio a todo el rencor que tengo si fui dado en adopción, o abandonado sin haber conocido a mis padres biológicos, o a maldiciones recibidas durante mi gestación.

Nulifico por las LLAGAS DE JESUS todo mandato de fracaso, muerte en vida y suicidio que haya en mí por estas causas, la incapacidad para aceptar el Amor de Dios, para aceptarme a mí mismo o a las personas, para estudiar, trabajar, y ser feliz.

Renuncio a todo lo que sea contrario a la salud, el respeto y la dignidad que como Templo del Espíritu Santo, necesita todo mi ser y que esté impidiendo relacionarme con Dios, con migo mismo, con mi entorno en una forma sana, tener una familia unida, y un trabajo digno y bien remunerado. Porque JESUCRISTO se manifestó para deshacer las obras del Diablo (1 Jn 3,8).

Habiendo denunciado, renunciado y echado fuera de mí todos los espíritus de mal, los envío atados y amordazados a los pies de la SANTA CRUZ, y les prohíbo regresar.

Habiendo nulificado todos los efectos, causas y consecuencias, tomo autoridad, en el NOMBRE DE JESÚS, para que caigan todos los bloqueos, tinieblas y barreras que Satanás construyó a mi alrededor y le ordeno a todo ser demoníaco que despojó a mi familia o a mí mismo, que nos devuelva lo que nos quitó.

Padre Santo, te lo ruego, por favor sana toda mi vida, toda mi historia personal; ¡perdóname!, ayúdame, libérame, instrúyeme, bendíceme.

Padre Dios, acepto que tú seas mi Padre, JESUCRISTO mi hermano, la VIRGEN MARÍA mi Madre porque hoy, yo (di tu nombre completo) les pertenezco para siempre.

A través de tu SANTO ESPÍRITU , guíame para la reparación de todas las faltas que cometí, y enséñame a amar tu voluntad. Gracias Padre. Amén, Amén, Amén.

ORACIÓN: a Dios Padre para sanación interior


Padre Celestial, hoy vengo a ti en oración, alabanza, veneración y adoración. Te pido que envíes al Espíritu Santo. Lléname de la luz sanadora y el amor sanador. Padre, borra cualquier tipo de negatividad que me haya sido transmitida, consciente o inconscientemente, cuando me encontraba en el vientre de mi madre.

Si mi madre trató de abortar, si deseó no haber estado embarazada y sintió odio por mi padre y otros miembros de la familia, cualquier cosa que me haya transmitido negativamente durante las cuarenta semanas en su vientre, te pido Señor, me toques y sanes.

Amadísima Virgen María, te pido estés conmigo desde el momento de mi concepción hasta la actualidad, protegiéndome, intercediendo por mí con los ángeles y los santos ante la Santísima  Trinidad. Toma mi mano derecha. Acompáñame en mi andar, querida y dulce Madre, durante todos los años de mi vida, en cada paso hasta llegar al presente. Inúndame con el amor maternal que necesité y que en muchas ocasiones no recibí. 

Perdono a mi madre por no haberme amado de la manera en que lo necesitaba y deseaba. Hoy pido una bendición especial para ella. Señor Jesucristo, vengo ante ti y te pido que estés presente desde que fui concebido hasta este momento, llenándome de tu infinito amor y misericordia, con cada gracia y don, y sanes cada herida y dolor. Acompáñame en mi andar, divino Jesús, durante todos los años de mi vida. 

Bríndame el amor paternal que necesité y no recibí. Perdono a mi padre terrenal por no haberme amado siempre de la manera en que lo necesitaba y deseaba. Hoy, pido una bendición especial para él.

A medida que asciendo cada paso o año de mi vida, Señor Jesús, limpia, sana, refresca e ilumina mi vida con el Espíritu Santo, transfórmame en una perfecta imagen de ti. Retira de mí todo odio, amargura y resentimiento, en especial hacia mí mismo.

Ayúdame a amarme, aceptarme, ver el bien que hay en mí para que pueda aceptar tu amor. 

Báñame con tu preciosa sangre.

Padre Celestial, me veo nacer en tus amorosas y tiernas manos, las mismas manos que me formaron dentro del vientre de mi madre. Al sostenerme cerca de ti, te escucho decir: "Porque tú vales mucho más a mis ojos, yo te aprecio y te amo mucho..." (Isaías 43:4)

Deseo sentir que tu amor ilimitado e incondicional me envuelve y rodea. Deseo sentir tu amor y completa aceptación de mí. Gracias, Padre amoroso, por entrar en mí, envolverme y rodearme de tu infinito amor, tu Espíritu Santo. Gracias Padre, por colocar mi mano derecha en la de María y mi izquierda en la de Jesús. Gracias por permitirles acompañarme al ascender por los escalones de mi vida. 

Rodéame, Padre, de ángeles que me guíen y protejan, aléjame de todo mal y permite que los santos intercedan por mí.

Señor Jesús, a medida que camino por mi primer año de vida, retira cualquier temor de abandono, confusión o rechazo que pueda haber sentido, especialmente de parte de mi padre y madre biológicos y de mis hermanos y hermanas. Señor Jesús, borra todo rencor y frustración ante el hecho de haber sido apartado gradualmente de mi madre, o cualquier culpa que pude haber sentido al creer que era carga para mi familia y que todavía llevo conmigo de manera inconsciente, y la cual me afecta. 

Jesús, mientras camino por mi segundo año de vida, sáname de cualquier frustración o confusión, especialmente en lo relacionado con aprender a caminar, hablar o comportarme. 

Señor Jesús, mientras camino por mi tercer año de vida y descubro mi cuerpo y aprendo a controlar mis esfínteres, te pido retires cualquier culpa o vergüenza que haya sentido acerca de mi cuerpo, o mi inhabilidad para controlarlo como era el deseo de los adultos, quienes me rodeaban. Borra cualquier tipo de ansiedad o resentimiento que pueda haber sentido hacia un hermano o hermana mayor, o profundo resentimiento ante la llegada de un nuevo bebé a mi familia. 

A medida que recorro el cuarto año de mi vida, Señor Jesús, retira la amargura, frustración o resentimiento que pueda haber sentido hacia mis padres por corregirme, enseñarme, regañarme o castigarme. Borra cualquier acto de rebeldía que pude haber tenido en aquella etapa de mi vida y lléname con el deseo de ser completamente obediente ante ti y mis padres. 

Señor Jesús, a medida que asciendo por el quinto año de vida, elimina cualquier inseguridad que pueda haber sentido al comenzar el pre-escolar. Retira cualquier ira y frustración sentida al aprender a relacionarme con otros niños. 

Mientras camino por el sexto año de mi vida, dulce Jesús, sáname de toda ira, amargura, confusión, temor, culpa o resentimiento que pude haber sentido al tener que entrar al pre-escolar. Sáname de cualquier ansiedad que sentí al ser separado de mi madre y quedar bajo el cuidado de una profesora, en un ambiente distinto y rodeado de niños que no conocía.

Jesús, a medida que recorro el séptimo año de vida, te pido sanes cualquier confusión al haberme sentido más pequeño, o más grande que otros niños y quienes se burlaban de mí. Retira cualquier ansiedad y auto-condena que haya sentido durante mi séptimo año, cualquier amargura hacia otros niños del colegio o del barrio, con quienes no me sentía aceptado o era el último al que escogían para integrar los equipos deportivos.  

A medida que ando por el octavo año de vida, Señor, te pido me sanes de cualquier tipo de ansiedad que pueda haber sentido durante mi primera confesión, mi primera comunión. Cualquier ira, amargura o resentimiento que pueda haber sentido hacia mi profesor por haberme dicho que mi escritura o lectura eran terribles y no ayudarme.

Borra, Señor, cualquier odio hacia otros niños y niñas. Lléname de una amorosa aceptación por la gente. 

Señor, mientras camino por el noveno año de mi vida, retira cualquier tipo de ansiedad, temor o culpa que pueda haber sentido a causa del traslado a una nueva ciudad. Por el divorcio de mis padres, mis calificaciones en el colegio, o por la manera como me trataban otros niños.

Sáname Señor. Deja que tu Espíritu me libere.

Toca especialmente cualquier odio hacia mí mismo. 

A medida que me desplazo por mi décimo año de vida, Jesús, borra toda autocrítica. Lléname de una actitud sana y amorosa hacia mí mismo. Ayúdame a ver tu presencia en mí mientras crezco y me desarrollo en mente, cuerpo y emociones. 

Amado Señor, mientras ando en mis once años, mi cuerpo comienza a cambiar y desarrollarse y soy consciente de mí mismo. Te pido borres todo odio y condenación a mí mismo, al igual que confusiones que haya podido sentir durante este año. Bríndame una actitud amorosa hacia mí mismo. 

Señor, mientras recorro el año doce de vida, si siento odio, ansiedad, amargura, confusión, temor o inseguridad, es porque estoy buscando amor y deseo sentirme amado, ayúdame, Señor a encontrarte dentro de mi corazón y de mi alma. Lléname completamente) del amor que sólo tú puedes brindar. Ayúdame a sentir la profunda paz interior de ser amado, deseado, necesitado, apreciado e importante. Te pido que retires cualquier sentimiento de culpa o vergüenza que pude haber sentido por haber sido, de alguna  manera, manoseado o abusado sexualmente. 

Señor Jesús, en mi andar por el año trece de vida, si temí que nadie me quería o no le agradaba mi compañía, sáname. Te pido gracia para aceptarme totalmente como soy. Aleja mis temores de tener que ser atractivo o inteligente, o de tener tanto éxito como los demás. 

Mientras ando por el año catorce de mi vida, Señor retira cualquier tipo de ira, arrogancia, acto de rebeldía o resentimiento que pueda haber sentido a medida que era más independiente y comenzaba a afianzarme como adolescente. 

Dulce Jesús, mientras camino por el año quince de vida, si estuve lleno de ansiedad y temor ante el hecho de ser rechazado, te pido me toques y remuevas en mí todo tipo de ansiedad y temor. Lléname, Señor, de tu amor y de un profundo sentimiento de aceptación.  

Señor, a medida que camino por e año dieciséis de vida, borra toda ira y ansiedad, amargura, confusión, culpa o rechazo que pude haber sentido en el ámbito de vida social. Retira cualquier acto de rebeldía que se haya manifestado en esta época, especialmente hacia mis padres y profesores. 

Señor Jesús, mientras ando por el año diecisiete de mi vida, te pido retires la ira, ansiedad, arrogancia, negatividad, confusión, envidia o temor hacia mí mismo u otros, pues comenzaba a tener citas amorosas, o estaba recuperándome de mi primer rompimiento de relaciones con el sexo opuesto, me preparaba para asistir a mi primera fiesta de graduación, comenzaba a conducir, o recibía el Sacramento de la Confirmación.

Señor, por favor sana cualquier sentimiento de confusión, temor, culpa o vergüenza que pude haber sentido a causa de mi curiosidad y despertar sexual, o incluso si en esa época ya era sexualmente activo. 

Mientras camino por el año dieciocho de vida, Señor, borra el temor y la ansiedad que pude haber sentido al preparar mis exámenes para entrar a la universidad. Por favor retira cualquier temor e inseguridad sexual que sentí cuando comencé a tener citas amorosas serias y buscaba pareja. Sana, Señor, todas esas áreas de autocondenación sexual. 

Señor, a medida que atravieso el año diecinueve de vida, sana toda ira y confusión, desafío, envidia, temor, o actos de rebeldía que pude haber sentido. Libérame, Señor, de todo temor hacia el rechazo al entrar a la universidad o al continuar teniendo citas amorosas serias. 

Mientras recorro los años veinte de mi vida, Señor Jesús, libérame de toda ira, amargura, confusión, envidia, temor, inseguridad, celos o resentimiento que pude haber sentido. Lléname, Señor, de tu plena aceptación y renueva mi amor hacia mí mismo. Te agradezco Señor, el haber recorrido los primeros veinte años de mi vida, sanándome, restaurándome y transformándome. 

Señor, continúa sanándome de todo tipo de negatividad, especialmente en mis años veintiuno, en el momento del matrimonio, el tiempo de adaptación al mismo, el rechazo en el matrimonio, la muerte de mis padres, enfermedades, lo que sea, Señor. Cualquier trauma que produjo heridas y dolor, que todavía hoy me afectan y se encuentran en las profundidades de mi subconsciente, sánalo Señor, libérame. Tú dijiste: "Les dejo la paz, les doy mi paz..." (Juan 14:27) Señor, hoy te pido esa paz de una manera nueva, impactante y que me transforme.

Señor Jesús, te agradezco por el don de la sanación interior, por permitir que tu Espíritu fluya dentro y a través de mí. Te agradezco por la "Escalera de la vida," por las promesas hechas a mí mismo y que tú rompiste y oro para que pueda continuar creciendo cada vez más en tu amor, tu sanación, tu paz y tu alegría. Amén.


ORACIÓN de sanación interior P. Tardif


Padre de bondad, te bendigo y te alabo y te doy gracias porque por tu amor nos diste a tu hijo Jesús, gracias padre porque a la luz del Espíritu comprendemos que él es la luz, la verdad y el buen pastor que ha venido para que tengamos vida y la tengamos en abundancia.

Hoy, padre, me quiero presentar delante de ti, como tu hijo.  Tú me conoces por mi nombre pon tus ojos de Padre amoroso en mi vida. Tu conoces mi corazón y conoces las heridas de mi historia, Tu conoces todo lo que he querido hacer y no he hecho.

Conoces también lo que hice o me hicieron lastimándome. Tu conoces mis limitaciones, mis errores y mis pecados, conoces los traumas y complejos de mi vida.

Hoy, Padre, te pido que por el amor que le tienes a tu hijo Jesucristo, derrames tu santo espíritu sobre mi, para que el calor de tu amor sanador penetre en lo más íntimo de mi corazón.

Tú que sanas los corazones destrozados y vendas las heridas sáname aquí y ahora de mi alma mi mente, mi memoria y todo mi interior.

Entra en mi Señor Jesús, como entraste en aquella casa donde estaban tus discípulos llenos de miedo.  Tu que apareciste en medio de ellos y les dijiste:  “Paz a vosotros”  Entra en mi corazón y dame tu paz. Lléname de tu amor, Sabemos que el amor hecha fuera el temor. Pasa por mi vida y sana mi corazón.

Sabemos, Señor Jesús, que tu lo haces siempre que te lo pedimos y te lo estoy pidiendo con María, mi madre, la que estaba en las bodas de Cana cuando no había vino y tu respondiste a su deseo, transformando el agua en vino. Cambia mi corazón y dame un corazón generoso, un corazón afable, un corazón bondadoso, dame un corazón nuevo.

Has brotar en mi los frutos de tu presencia. Dame el fruto de tu Espíritu que es amor, paz, alegría. haz que venga sobre mi el Espíritu de las bienaventuranzas, para que pueda saborear
y buscar a Dios cada día, viviendo sin complejos ni traumas junto a los demás, junto a mi familia, junto a mis hermanos.

Te doy gracias padre, por lo que estás haciendo hoy en mi vida. Te doy gracias de todo corazón porque tú me sanas, porque tú me liberas, porque tu rompes las cadenas y me das la libertad.

Gracias, Señor Jesús, porque soy templo de tu Espíritu y ese templo no se puede destruir porque es la casa de Dios.

Te doy gracias Espíritu Santo por la fe, gracias por el amor que has puesto en mi corazón, ¡qué grande eres Señor Dios Trino y Uno! Bendito y alabado seas, Señor.

ORACIÓN, para atar espíritus de retaliación


Santísimo Señor Jesucristo, yo te pido que ates, reprimas y reprendas todo espíritu de :  Cobro, Vigilancia, Venganza, Asechanza y Retaliación...

Átalos Señor de pies y manos,  enceguéselos, enmudécelos, ensordéselos, prohíbeles toda comunicación entre ellos....

Ordénales que se postren humillados a los pies de tu Cruz donde estas vivo y resucitado, para que los envíes al lugar que les corresponde sin hacer daño a nada, a nadie, a mi familia ni a mi....

Prohíbeles regresar y enviar a otros espíritus de Cobro, Vigilancia, Venganza, Asechanza y Retaliación en su lugar...

Me pongo bajo el Manto de nuestra dulce Madre, la Santísima Virgen María, para que Ella me haga invisible frente al mal y el malo....

San Miguel Arcángel con tu luz, Ilumíname...
Con tus alas, Protegeme.... Y con tu espada, Defiendeme...

San Gabriel Arcángel, lucha a nuestro lado con tus Santos Ángeles, ayúdanos y ruega por nosotros....

San Rafael Arcángel, lucha a nuestro lado con tus Santos Ángeles, ayúdanos y ruega por nosotros...

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo ...

Amén.

ORACIÓN: de autoliberación


Señor Jesús, revélame suavemente, por medio del Espíritu Santo, las formas en que yo pueda estar viviendo ciertos patrones de debilidad hereditaria o pecado”.  (Aquí esperar a ver lo que usted recibe en la oración).

“Ahora, Jesús, si existe alguna predisposición en mí (el alcoholismo, la lujuria, etcétera) que ha llegado hasta mí a través de mis ancestros, te pido a través de tu poder hacerme libre.  Libérame de esa disposición a (aquí el nombre) “.

“De cualquier pecado que yo o mis antepasados hayamos cometido en este sentido, te pido perdón, Señor”.

“En el Nombre de Jesucristo y por su preciosa sangre, hazme libre, Padre celestial” y ahora, Señor Jesús, en lugar de esta debilidad, lléname con la fuerza de tu Espíritu, lléname de tu espíritu de (auto-control, coraje, sobriedad o cualquier regalo que contrarreste la debilidad que tengo)”.

“Señor, te pido también que liberes a mis hijos de cualquier disposición perjudicial que puedan haber heredado de mí o de mis antepasados”.

Amén

ORACIÓN a la Preciosa sangre de Cristo


Señor Jesús, en Tu nombre y con el Poder de Tu Sangre Preciosa sello toda persona, hechos o acontecimientos a través de los cuales el enemigo me quiera hacer daño.

Con el Poder de la Sangre de Jesús sello toda potestad destructora en el aire, en la tierra, en el agua, en el fuego, debajo de la tierra, en las fuerzas satánicas de la naturaleza, en los abismos del infierno y en el mundo en el cual me moveré hoy.

Con el poder de la Sangre de Cristo sello los volcanes, los cráteres, las montañas, los lagos y lagunas, los ríos, los océanos y los mares y los límites de ellos con la tierra, sello el universo entero con la Preciosísima Sangre de Cristo.  Con el poder de la Sangre de Jesús rompo toda interferencia y acción del maligno.

Te suplico Señor que selles mi vida personal con todas mis pertenencias.  Sello mi salvación, sello mis sentimientos, para que todos mis afectos sean cubiertos, mis inquietudes para estar seguro de alcanzar la respuesta a mis necesidades, mi corazón para que no entre ningún espíritu de rencor, amargura, odio, depresión, soberbia, orgullo, vanidad, jactancia, tristeza, duda o miedo.

Sello con Tu Sangre mi voluntad,  para que esté siempre a hacer el bien, mi mente para que entren solo pensamientos que me permitan alcanzar el gozo, la paz y así cambiar mi manera de vivir.

Sello con Tu Sangre, mi cuerpo para que reciba la salud, sea protegido del pecado y de las enfermedades, adulterios y accidentes.

Sello mi pasado para que toda herida que aún me haga daño sea sanada con Tu Sangre bendita.  Sello mi presente para que todas mis actividades sean cubiertas con Tu Sangre protectores.  Sello mi futuro para que mis planes y proyectos sean preservados de todo ataque y toda influencia del maligno.

Con el poder de la Sangre de Jesús sello mi casa y a todos los que habitan en ella (nombrarlos a todos con nombre y apellido), sello con el poder de la Sangre de Jesús a todas las personas que Él, enviará a mi casa, así como los alimentos y los bienes que generosamente me envíe para mi sustento.

Con el poder de la Sangre de Jesús sello tierra, puertas, ventanas, objetos, ropa, paredes, techos y pisos, el aire que respiro y en fe coloco un círculo de Su Sangre alrededor de toda mi familia. 

Sello a mis seres queridos, a mis amigos, vecinos, a mis compañeros de trabajo (mencionar a quienes más)... para que todos sean protegidos.

Con el Poder de la Sangre de Jesús sello los lugares en donde voy a estar este día y las personas, empresas o instituciones con quienes voy a tratar (nombrar cada una de las ellas).

Con el poder de la Sangre de Jesús sello mi trabajo material y espiritual, los negocios de toda mi familia, los vehículos de todos ellos, las carreteras, los aires, las vías y cualquier medio de transporte que habré de utilizar. 

Con Tu Sangre Preciosa sello los actos, las mentes y los corazones de todos los habitantes y dirigentes de mi patria a fin de que Tu Paz y Tu Corazón reinen en ella.

Sello mi economía, para que se derrame abundantemente Tu Providencia en mi vida, para que Tu Prosperidad llegue en abundancia.  Sello mis deudas para que el devorador huya y desaparezcan.

Invoco tu Sangre preciosa sobre mi boca y sello mis palabras para que sean sólo de bendición.

Tu sangre preciosa me haga invisible cuando se acerque el enemigo, me permita reconocerlo y vencerlo por la sola invocación de Tu nombre.  Sello todo mi ser y me coloco bajo tu protección para que me libres de toda acechanza del mal.

Con el poder de la Sangre de Jesucristo rompo y destruyo toda potestad de interferencia, la interacción del maligno y prohíbo toda comunicación entre espíritus.

Pido Jesús, que envíes a tu Santísima Madre en la advocación de nuestra señora del Pilar, para que se haga presente en mi hogar y en mi trabajo y me acompañe con mi Ángel de la Guarda y con San Miguel Arcángel y sus nueve coros angélicos, San Gabriel Arcángel y sus nueve coros angélicos, San Rafael Arcángel y sus nueve coros angélicos.

Gracias Señor porque Tu eres el guardián que nunca duerme. 

Gracias Señor, por Tu Sangre preciosa, porque gracias a ella soy preservado de todo mal.

Tu sangre nos hace invisibles, bendito y alabado seas por siempre Señor.


Amén

ORACIÓN: para romper maldiciones


En el nombre del Señor Jesucristo de Nazareth, y por el poder de su cruz, sangre y resurrección, asumo autoridad sobre todas las maldiciones, maleficios, hechizos, prácticas de vudú, brujerías, rituales satánicos, encantamientos y malos deseos dirigidos contra mí o que han sido transmitidos por la línea directa de mis antepasados. Por el poder de Jesucristo, el Señor resucitado, rompo toda influencia que estas maldiciones tengan sobre mi vida y les ordeno que regresen a sus fuentes de origen y sean substituidas por una bendición.

Pido perdón y renuncio a todos los votos y acuerdos negativos personales que haya hecho con el enemigo y te ruego, Señor Jesucristo, que me libres de cualquier cautiverio al cual me hayan tenido sometido. Reclamo que la sangre que derramaste bañe todos los aspectos de mi vida, mis relaciones, mis obras ministeriales y mis finanzas. Te doy gracias por tu amor imperecedero, tu protección angelical y por la plenitud de tus abundantes bendiciones.

ORACIÓN - El Santo Rosario




1.- Persignarse

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro.
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

2.- Rezar el Acto de Contrición:

Opción 1.

Pésame Dios mío y me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido.

Pésame por el infierno que merecí y por el cielo que perdí; 
pero mucho más me pesa porque pecando ofendí un Dios tan bueno y tan grande como vos;
antes querría haber muerto que haberle ofendido,
y propongo firmemente ayudado por tu divina gracia,
no pecar mas y evitar las ocasiones próximas de pecado.
Amen

Opción 2.
Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Ayudado de vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta para el perdón de mis pecados.
Amén.

3.- Rezar el CREDO símbolo de los Apóstoles

Creo en Dios, Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo,
Nuestro Señor,
Que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo,
nació de Santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato,
fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos,
al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos
y está sentado a la derecha de Dios,
Padre todopoderoso.
Desde allí ha de venir
a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo,
la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne
y la vida eterna.
Amén.

3.- En función del día de la semana, elegimos los misterios a meditar, según lo que se indica más abajo.

Tras enunciar el misterio, se reza un padrenuestro, diez avemarías y un gloria.

MISTERIOS GOZOSOS (lunes y sábados)

1. El anuncio del ángel a nuestra señora.
2. La Visitación de Nuestra Señora a su prima santa Isabel.
3. El Nacimiento del Hijo de Dios en Belén.
4. La Presentación de Nuestra Señora.
5. El Niño perdido y hallado en el Templo.
Se rezan 10 avemarías, un gloria y a continuación la Jaculatoria:

Oh, Dios, ten misericordia de nosotros
Líbranos del fuego del infierno
Lleva al cielo a todas las almas especialmente a las más necesitadas de tu infinita misericordia

Dios mío, yo creo, adoro, espero y Os amo. Os pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no Os aman.

Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Os adoro profundamente y Os ofrezco el preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo, presente en todos los tabernáculos  de la tierra, en reparación de los ultrajes, sacrilegios e indiferencias con que El mismo es ofendido. Y por los méritos infinitos de su Santísimo Corazón y del Corazón Inmaculado de María, os pido la conversión de los pobres pecadores.»


María, Madre de gracia, Madre de misericordia, defiéndenos de nuestros enemigos y ampáranos ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén

MISTERIOS DOLOROSOS (martes y viernes)
La Oración del Huerto.
La Flagelación del Señor.
La Coronación de espinas.
La Cruz a cuestas.
Jesús muere en la Cruz.
Se rezan 10 avemarías, un gloria y a continuación la Jaculatoria: María, Madre de gracia, Madre de misericordia, defiéndenos de nuestros enemigos y ampáranos ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén

MISTERIOS GLORIOSOS (miércoles y domingos)
La Resurrección del Señor.
La Ascensión del Señor
La Venida del Espíritu Santo sobre Maria y los apóstoles.
La Asunción de Nuestra Señora.
La Coronación de María Santísima como reina de la iglesia

Se rezan 10 avemarías, un gloria y a continuación la Jaculatoria: María, Madre de gracia, Madre de misericordia, defiéndenos de nuestros enemigos y ampáranos ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén

MISTERIOS LUMINOSOS (jueves)
El Bautismo en el Jordán
La autorrevelación de Jesús en las bodas de Caná;
El anuncio del Reino de Dios invitando a la conversión;
La Transfiguración;
La institución de la Eucaristía.
Se rezan 10 avemarías, un gloria y a continuación la Jaculatoria: María, Madre de gracia, Madre de misericordia, defiéndenos de nuestros enemigos y ampáranos ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén

Una vez se terminan los misterios del día Se reza un padre nuestro y tres avemarías, por las intenciones del papá, por nuestro obispo Rubén Salazar y por tu párroco

En la siguiente pepa se manifiesta:  Para obtener las indulgencias ofrecidas al santo Rosario por el papa.  Padre Nuestro, Avemaría, y Gloria.

En la siguiente pepa, se ofrece por las almas del purgatorio.   Padre Nuestro, 3 Avemarías, y Gloria
 En la siguiente pepa por la santificación de nuestro obispo y párroco. Padre Nuestro, Avemaría, y Gloria.

SALVE:

Dios te salve, Reina y Madre, Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve.  A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María!

V. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

Finalmente, se rezan las Letanías de la Santísima Virgen María

Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad
Cristo, óyenos
Cristo, escúchanos
Dios, Padre celestial
Dios, Hijo Redentor del mundo
Dios, Espíritu Santo
Trinidad santa, un solo Dios
Santa María
Santa Madre de Dios
Santa Virgen de las Vírgenes
Madre de Cristo
Madre de la Iglesia
Madre de la Divina Gracia
Madre purísima
Madre castísima
Madre y Virgen
Madre sin mancha
Madre inmaculada
Madre amable
Madre admirable
Madre del buen consejo
Madre del Creador
Madre del Salvador
Virgen prudentísima
Virgen digna de veneración
Virgen poderosa
Virgen acogedora
Virgen fiel
Ideal de santidad
Trono de sabiduría
Causa de nuestra alegría
Templo del Espíritu Santo
Obra maestra de la gracia
Modelo de entrega a Dios
Rosa escogida
Fuerte como la torre de David
Hermosa como torre de marfil
Casa de oro
Arca de la Nueva Alianza
Puerta del cielo
Estrella de la mañana
Salud de los enfermos
Refugio de los pecadores
Consoladora de los tristes
Auxilio de los cristianos
Reina de los Ángeles
Reina de los Patriarcas
Reina de los Profetas
Reina de los Apóstoles
Reina de los Mártires
Reina de los confesores de la fe
Reina de las Vírgenes
Reina de todos los Santos
Reina concebida sin pecado original
Reina llevada al cielo
Reina del Santo Rosario
Reina de la Familia
Reina de la paz

OFRECIMIENTO A LA SANTÍSIMA VIRGEN

¡Oh Señora mía! ¡Oh Madre mía! Yo me ofrezco enteramente a ti y en prueba de mi filial afecto te consagro en este día, mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo tuyo Oh Madre de bondad, guárdame y defiéndeme como a pertenencia y posesión tuya. Amén.