20 CITAS BIBLICAS SOBRE EL PURGATORIO




La doctrina de la Iglesia sobre el Purgatorio encuentra su fundamento en la Biblia, cuando esta se sabe interpretar correctamente.  En este artículo daré una gran cantidad de citas a favor del purgatorio. No son argumentos explícitos y directos, pero si implícitamente podemos encontrar el concepto de una purificación posterior a la muerte, que es en lo que consiste el purgatorio.

1) 2 Macabeos 12, 43ss.
«Y habiendo recogido dos mil dracmas por una colecta, los envió (Judas Macabeo) a Jerusalén para ofrecer un sacrificio por el pecado, obrando muy bien y pensando noblemente de la resurrección, porque esperaba que resucitarían los caídos, considerando que a los que habían muerto piadosamente está reservada una magnífica recompensa; por eso oraba por los difuntos, para que fueran librados de su pecado».
Para la exégesis de la perícopa conviene advertir los siguientes elementos:
1) El autor inspirado alaba no sólo la acción, sino la persuasión de judas («obrando muy bien y pensando noblemente de la resurrección»), lo que no podría hacer si el modo de pensar de judas fuera falso.
2) Los elementos esenciales de ese modo de pensar son: A) que aquellos difuntos no han muerto en estado de condenación o enemistad con Dios («considerando que a los que habían muerto piadosamente está reservada una magnífica recompensa»); B) sin embargo, algo les falta todavía, de lo cual deben ser librados («para que fueran librados de su pecado»); C) todo ello se hace en orden a la resurrección para que en ella reciban la misma suerte que los demás judíos piadosos.
El texto del 2 Macabeos 12, 43-46 da por supuesto que existe una purificación después de la muerte.
Este libro es citado por Inocencio I en su Carta a Exuperio y San Agustín en su libro 18 de la ciudad de Dios capítulo 36. San Agustín lo vuelve a citar en De doctrina Cristiana I .2 c.8.

2) Mateo 12, 32:
“El que insulte al Hijo del Hombre podrá ser perdonado; en cambio, el que insulte al Espíritu Santo no será perdonado, ni en este mundo, ni en el otro”.
Sugiere que hay otro lugar y que la expiación puede suceder después de la muerte. Esto significa que en la otra vida hay pecados que sí se perdonan y otros que no se perdonan. Estos pecados que sí se perdonan en la otra vida ¿Dónde se perdonan?. ¿En el infierno? No puede ser porque en el infierno no hay redención. En el cielo tampoco, porque nada manchado entra allá (Apocalipsis 21, 27). Luego, debe un tercer lugar en la otra vida donde sí se perdonan.

Esta cita los padres de la Iglesia la usaron para probar el purgatorio. San Agustín en Ciudad de Dios 21:24,  San Gregorio Magno Diálogos 4:39, San Beda en Comentario sobre Marcos 3.

3) Mateo 18,34
En la parábola del oficial del rey que se rehusó a perdonar una pequeña deuda que le debían, aún cuando su amo le perdonó primero una deuda mucho más grande que tenía con él, "su señor, muy enojado, lo entregó para que lo castigaran hasta que pagara toda la deuda."
Jesús obviamente habla de manera simbólica, porque nadie puede ganar dinero para pagar una deuda monetaria estando en prisión. Al dar esta enseñanza sobre la necesidad de perdonar a otros, Nuestro Señor se está refiriendo, de hecho, al Purgatorio.

4) Mateo 5, 25, 26. Lucas 12,58-59
“Cuando vayas con tu adversario al magistrado, procura en el camino arreglarte con él, no sea que te arrastre ante el juez, y el juez te entregue al alguacil y el alguacil te meta en la cárcel. Te digo que no saldrás de allí hasta que no hayas pagado el último céntimo”.
En este pasaje Jesús hace referencia a un castigo temporal que no puede ser el infierno ni tampoco el cielo. En esta parábola, Dios es el juez, y si no nos hemos reconciliado con nuestro prójimo antes de ver a Dios, Dios nos pedirá cuentas por el mal que les hicimos.
Este texto es prueba del purgatorio, y es citado para probarlo por los santos padres: Tertuliano en De anima c.58, San Cipriano en Epístola 52:20, Orígenes en Homilía 35 sobre Lucas 12. San Jerónimo en Mateo c, 5, San Ambrosio en Comentario sobre Lucas 12.

 5) Después del pecado de Adán, las puertas del Cielo fueron cerradas y nadie fue permitido a entrar (Juan 3,13) hasta que Jesucristo redimió la raza humana y abrió las puertas una vez más. ¿Dónde estuvieron los espíritus de Moisés y Elías, quienes aparecieron y hablaron con Jesús en la transfiguración? (Mateo 17,3) No podían haber estado en el Cielo puesto que estaba cerrado, y ellos habrían estado perdidos si hubieran estado en el infierno. Tenían que haber estado en un tercer lugar. Si hubo un tercer lugar entonces, ¿por qué no lo hay ahora?


6) 1Corintios 3,11-15.
«Pues nadie puede poner otro fundamento fuera del ya puesto, que es Jesucristo. Mas si uno edifica sobre este fundamento oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, paja, la obra de cada uno se pondrá de manifiesto; porque el día lo descubrirá, por cuanto en fuego se ha de revelar; y qué tal sea la obra de cada uno, el fuego mismo lo aquilatará. Si la obra de uno, que él sobreedificó, subsistiere, recibirá recompensa; si la obra de uno quedare abrasada, sufrirá detrimento; él sí se salvará, aunque así como a través del fuego».
Será necesario advertir de nuevo que no se trata de buscar en este texto la idea desarrollada de purgatorio, sino su núcleo esencial. El texto trata del caso concreto de los obreros apostólicos, pero a propósito de ellos expone una doctrina de sumo interés:
1) Se trata de hombres que han edificado sobre el fundamento, que es Cristo, cosas de mayor o menor valor (v. 12), no de hombres que hayan rechazado ese fundamento como punto de partida de su construcción y trabajo.
2) El día del juicio se pondrá de manifiesto el valor de le que cada uno de ellos ha edificado (v. 13); el «fuego» de que se habla dos veces en este v. 13 no es el fuego del purgatorio, sino una imagen del juicio divino (adviértase que se ejercita no sólo sobre las materias deleznables, que no lo resisten y se incendian, sino también sobre las sólidas que lo resisten).
3) «Si la obra de uno, que él sobreedificó, subsistiere, recibirá [el que edificó tal obra] recompensa»; se trata, por tanto, de la hipótesis de premio inmediato, porque la obra era sólida y ha resistido el juicio divino.
4) «Si la obra de uno quedare abrasada, sufrirá detrimento»; el sujeto de «sufrirá detrimento» no es la obra que se abrasa, sino el que la edificó; la expresión «sufrirá detrimento» (v.15) se opone al «recibirá recompensa» del versículo anterior, y añade algo nuevo a la frase que le precede inmediatamente, «si la obra de uno quedare abrasada»; en otras palabras, el «sufrirá detrimento» no se reduce a que el operario apostólico ve cómo su obra se destruye, sino que implica una pena (en oposición a la recompensa).
5) Todo ello es más claro si se atiende a la metáfora final: «él sí sé salvará, aunque así como a través del fuego» (v.15); el detrimento que sufrirá no es tal que implique no salvarse; se salvará, pero con dificultad y angustia (de nuevo el fuego no es aquí el fuego del purgatorio, sino una imagen de situación angustiosa): «ellos serán salvados, pero no sin dolor y sin angustia, como se salvan a través de las llamas las gentes sorprendidas por un incendio repentino».
6) El fundamento nadie lo puede cambiar; ya está puesto y es Cristo Jesús. Pero, con estos cimientos, si uno construye con oro, otro con plata o piedras preciosas, o con madera, caña o paja, la obra de cada uno vendrá a descubrirse. El día del Juicio la dará a conocer porque en el fuego todo se descubrirá. El fuego probará la obra de cada cual: si su obra resiste el fuego, será premiado; pero, si es obra que se convierte en cenizas, él mismo tendrá que pagar. El se salvará, pero como quien pasa por el fuego".
De manera que hay un fuego después de la muerte que, diferente al del infierno, es temporal. El alma que por allí pasa se salvará. A ese estado de purgación le llamamos el "purgatorio".
Citado como argumento a favor del purgatorio por San Cipriano en Epístola 52:20,San Ambrosio en Comentario Salmo 116, Sermón 20, San Jerónimo en comentario Amós cap.4, San Gregorio Magno Dialogos 4:39 y Orígenes en Hom. in Ex. 4 .

7) 1 Corintios 15,29:
"De otro modo, ¿qué harán los que se bautizan por los muertos, si en ninguna manera los muertos resucitan? ¿Por qué pues se bautizan por los muertos?"
La palabra "bautismo" es utilizada aquí como una metáfora para expresar sufrimiento o penitencia (Mc 10,38-39; Lc 3,16; 12,50). Pablo escribe sobre una práctica entre los cristianos de "bautizarse" por los difuntos. El no la condena, si no que la exalta como válida porque demuestra fe en la resurrección.
Comparar 1 Corintios 15, 29 con 2 Macabeos 12, 44 y se verá la similitud.

8) Filipenses 2,10
"para que ante el nombre de Jesús se doble toda rodilla en los cielos, en la tierra y en los abismos..."
Comentario: para algunos la expresión "en los abismos" puede entenderse como una referencia al Purgatorio, cuyos habitantes, a diferencia de los del Infierno, mantienen su fidelidad a Cristo. Aunque no es correcto afirmar esto porque parte de la humillación de y del castigo de quienes están y van para el infierno es el recuerdo permanente del Señorío de Cristo. Pongo la cita solo por rigor intelectual.

9) 2 Timoteo 1, 16-18
“Que el Señor derrame su misericordia sobre la casa de Onesíforo; quien muchas veces me confortó y no se avergonzó de mis cadenas. Antes bien, luego que llegó a Roma, me buscó con gran solicitud hasta que me encontró. Que el Señor le del hallar misericordia cerca del Señor en aquel día. Tú sabes mejor que nadie todos los servicios que me hizo en Efeso”.
Teniendo en cuenta que 1) san Pablo escribió esta carta en Roma; 2) que el apóstol habla de Onesíforo en tiempo pasado y hace recuerdo de él como quien ha muerto; 3) que distingue la oración por Onesífono de la oración de su familia; 4) que al final de la carta (4,19) saluda a la familia de Onesíforo y no al mismo Onesíforo, a pesar de que por el contexto se ve que éste no estaba en Roma, se deduce que dicho piadoso varón ya había fallecido cuando escribía el apóstol a Timoteo.
San Pablo oró por su querido amigo Onesíforo en 2 Timoteo 1:18,
"Concédale el Señor encontrar misericordia ante el Señor aquel Día."
¿Para qué oraría Pablo por el muerto si pensara que su amigo estaba en el cielo o en el infierno?

10) 1 Pedro 3:19 “Y Él fue a pregonar a los espíritus que estaban en la prisión”.
Cristo predicó a los espíritus en prisión. ¿Cuáles espíritus? ¿Cuál prisión?
La prisión no puede significar Cielo, y las almas en el infierno están perdidas para siempre. La prisión debe significar un tercer lugar.

11 de 20) 1 Pedro 4,6 , "la Buena Nueva fue anunciada "hasta a los muertos".
De nuevo, ¿quienes eran estos muertos? Revisar:
Hebreos 12,23 " y asamblea de los primogénitos inscritos en los cielos, y a Dios, juez universal, y a los espíritus de los justos llegados ya a su consumación."
l1) Judas 23 "a unos, salvadlos arrancándolos del fuego..."
Comentario: nuestras oraciones y sufragios pueden ayudar a quienes sufren en el Purgatorio, en el fuego del purgatorio.
ADVERTENCIA Y ACLARACIÓN.  Sólo Cristo podría, si fuera posible hacerlo, que no lo es porque así está definido en varios concilios salvar almas del fuego del Infierno.  Pero como posibilidad teórica vale la pena advertir esa posibilidad para aclarar que sabemos de todas maneras que sostener de cualquier forma que salir del infierno sea posible es una herejía, y quien lo diga sea anatema.

12) Apocalipsis 6:9-11
"Cuando el Cordero rompió el quinto sello, vi debajo del altar, con vida, a los degollados por anunciar la palabra de Dios y por haber dado el testimonio debido. Y gritaban con fuerte voz, diciendo: «Señor, que eres santo y siempre dices la verdad, ¿cuándo nos harás justicia y vengarás la muerte sangrienta que nos dieron los habitantes de la tierra?» Se les entregó entonces un vestido blanco a cada uno y se les dijo que esperaran todavía un poco..."
Comentario: Incluso las personas justas pueden necesitar purificarse de ciertas faltas, tales como el deseo de venganza (que es contrario a la enseñanza de Cristo del perdón). El hecho de que estas personas estén debajo del altar indica que aún no han alcanzado una membresía plena del Reino.
Es razonable deducir que si Dios es perfecto, entonces el Cielo tiene que ser un lugar perfecto donde nada imperfecto puede entrar (Apocalipsis 21:27). DIOS no se unirá a Si mismo a nada sucio.

13) Proverbios 17:3 "Crisol para la plata, horno para el oro; los corazones, el Señor mismo los prueba."

14) Isaías 6,5-7  "...¡Ay de mí, que estoy perdido, pues soy un hombre de labios impuros, y entre un pueblo de labios impuros habito: que al rey Yahvé Sebaot han visto mis ojos!". Entonces voló hacia mí uno de los serafines con una brasa en la mano, que con las tenazas había tomado de sobre el altar, y tocó mi boca y dijo: «He aquí que esto ha tocado tus labios: se ha retirado tu culpa, tu pecado está expiado.»
¿Que podría significar esto que no sea la purgación de los pecados a través del fuego?

15) Zacarias 13,7-9 "...¡Despierta, espada, contra mi pastor, y contra el hombre de mi compañía!, oráculo de Yahvé Sebaot. ¡Hiere al pastor, que se dispersen las ovejas, y yo tornaré mi mano contra los pequeños! Y sucederá en toda esta tierra - oráculo de Yahvé - que dos tercios serán en ella exterminados (perecerán) y el otro tercio quedará en ella. Yo meteré en el fuego este tercio: los purgaré como se purga la plata y los probaré como se prueba el oro. Invocará él mi nombre y yo le responderé; diré: «¡El es mi pueblo!» y él dirá: «¡El Señor es mi Dios!»."

16) Malaquias 3,2-3 “¿Quién podrá soportar el Día de su venida? ¿Quién se tendrá en pie cuando aparezca? Porque es él como fuego de fundidor y como lejía de lavandero. Se sentará para fundir y purgar. Purificará a los hijos de Leví y los acrisolará como el oro y la plata; y serán para el Señor los que presentan la oblación en justicia.
Este texto es citado para apoyar la doctrina del purgatorio por Orígenes en  Hom. 6 en Éxodo, San Ambrosio en PS 36,  San Agustin en  Ciudad de Dios lib. 20 cap 25.

17) Salmo 66:12
66:12 Hiciste cabalgar hombres sobre nuestra cabeza;
Pasamos por el fuego y por el agua,
Y nos sacaste a abundancia.
Este versículo es citado para apoyar la doctrina del purgatorio por Orígenes en Homilia sobre los Números 25 y por  San Ambrosio en PS 36, Sermon 3 en PS 118.

18) Lucas 16:9
16:9 Y yo os digo: Ganad amigos por medio de las riquezas injustas, para que cuando éstas falten, os reciban en las moradas eternas
 Citado por San Agustin Ciudad de Dios 12:27.

19) Zacarias 9:11
Y tú también por la sangre de tu pacto serás salva; yo he sacado tus presos de la cisterna en que no hay agua
Citado por San Agustín como prueba del purgatorio, donde estaban los espíritus a los que Cristo liberó. Epistola 99 Ad Evodium.

20) 1 Juan 5,16-17
 El que ve a su hermano cometer un pecado que no lleva a la muerte, que ore y le dará la Vida. Me refiero a los que cometen pecados que no conducen a la muerte, porque hay un pecado que lleva a la muerte; por este no les pido que oren.
17 Aunque toda maldad es pecado, no todo pecado lleva a la muerte.
El apóstol aquí nos habla de dos tipos de pecado, los que llevan a la muerte y los que no, es claro al afirmar que toda maldad es pecado, pero no todo pecado lleva a la muerte, o sea, que no toda maldad lleva a la muerte, eso quiere decir que hay pecados que son veniales, y otros que son mortales.
Sabemos que en el cielo no entrará nada manchado Apoc 21,27 ¿Qué pasa con las personas que mueren con pecados que no son de muerte?  La única salida válida y no contraria a las escrituras es que se purifiquen antes de llegar al Cielo. Recordemos que para poder ver a Dios, debemos estar en Santidad Hebreos 12,14, si hay manchas por leves que sean ya no hay santidad, por ello es necesario purgarlas. 

¿LAS ALMAS DEL PURGATORIO PUEDEN INTERCEDER POR NOSOTROS?

¿LAS ALMAS DEL PURGATORIO PUEDEN INTERCEDER POR NOSOTROS?
Formulamos la pregunta en torno a la debatida cuestión de si podemos invocar a las almas del purgatorio para que ellas intercedan por nosotros, alcanzándonos de Dios alguna gracia.

Las opiniones están divididas entre los teólogos. Hay razones fuertes por uno y otro lado; pero creemos que se puede llegar sin esfuerzo a un término medio razonable. Vamos a exponer las razones opuestas y luego precisaremos la solución que nos parece más probable.

ARGUMENTOS EN CONTRA

1. Es inútil invocarlas, puesto que no se enteran de nuestras peticiones. Los bienaventurados del cielo ven reflejados en la esencia divina todos nuestros deseos y peticiones, sobre todo los que tienen relación con ellos mismos; pero las almas del purgatorio no gozan todavía de la visión beatífica. Es inútil invocarlas 

2. Las almas del purgatorio, aunque son superiores a nosotros en cuanto a que son impecables, son inferiores en cuanto a la situación penal en que se encuentran. No están en estado de orar por nosotros, sino más bien de que nosotros oremos por ellas.

3. La oración litúrgica de la Iglesia es una oración perfecta, a la que nada le falta. Ahora bien: jamás se hace en ella la menor invocación a las almas del purgatorio para que nos ayuden con sus oraciones. Este silencio de la Iglesia es muy aleccionador.

4. Se concibe muy bien la invocación de los santos que gozan ya de Dios y no experimentan necesidad alguna. Pero parece poco delicado pedir algo a quién está sufriendo y necesita más de nosotros que nosotros de él.

5. Nadie da lo que no tiene. Y como el fondo substancial de todas nuestras peticiones ha de ser la bienaventuranza eterna, mal nos la puede obtener quien no la posee todavía. 


ARGUMENTOS A FAVOR

1. Las almas del purgatorio están unidas a nosotros por los vínculos de la caridad. Ahora bien: la caridad, como enseña Santo Tomás, es una amistad que supone el intercambio de los propios bienes.  Luego, si nosotros les ofrecemos nuestras oraciones, en justa reciprocidad caritativa nos ayudarán ellas con las suyas.  No olvidemos que conservan el recuerdo y el amor de los seres queridos y se abrazan, además, en una caridad universal.

2. No importa que no conozcan nuestras peticiones particulares. Saben muy bien que estamos llenos de necesidades y pueden pedir al Señor que nos ayude, aunque ignoren concretamente en qué. Tampoco sabemos nosotros si están o no en el purgatorio nuestros seres queridos y, sin embargo, les enviamos sufragios por si lo hubiera menester.  Aparte de que, como dice el mismo Santo Tomás, pueden enterarse de lo que ocurre en la tierra por lo que les digan los que van llegando al purgatorio, o el ángel de la guarda, o una especial revelación de Dios.

3. Es cierto que por su estado penal están en situación inferior a nosotros. Pero téngase en cuenta que la oración no se apoya en derecho alguno sobre la justicia de Dios, sino en la pura misericordia y liberalidad divina.  De lo contrario, habría que decir que los pecadores no pueden impetrar nada de la misericordia de Dios –lo que sería una herejía–, ya que su situación es muy inferior a la de las almas del purgatorio, que al fin y al cabo están en gracia y amistad con Dios y tienen asegurada su salvación eterna.  Por otra parte, la magnitud de sus sufrimientos no les impide el libre uso de sus facultades psicológicas, ya que el embotamiento de la mente, que en este mundo suele producir el dolor demasiado intenso, procede de las facultades orgánicas al servicio de la inteligencia. Las penas del purgatorio, aunque intensísimas, son de orden estrictamente espiritual.

4. El dogma de la comunión de los santos proporciona otro argumento muy fuerte. Hay una influencia mutua y como una especie de flujo y de reflujo entre las tres regiones de la Iglesia de Cristo: triunfante, purgante y militante.  Ahora bien: ¿en qué puede consistir esa influencia de la purgante sobre la militante sino en las oraciones que esas santas almas ofrezcan a Dios por nosotros? Esta ley es universal, y los lazos de la caridad que unen al purgatorio con la tierra caen bajo esta ley.

5. Es cierto, en fin, que la Iglesia nunca invoca en su liturgia a las almas del purgatorio. Pero sabe que la costumbre de invocarlas está extendidísima en todo el pueblo cristiano y nunca la ha prohibido ni desaconsejado.  Más aún: existe una oración dirigida a las almas del purgatorio que fue indulgenciada por León XIII (14 de diciembre de 1889).  En ella se pide a las lamas que intercedan ante Dios “por el Papa, la exaltación de la santa madre Iglesia y la paz de las naciones”.


SOLUCIÓN MÁS PROBABLE


Como se ve, los argumentos son fuertes por uno y otro lado. Teniendo en cuenta la parte de razón que tengan ambas opiniones y la práctica casi universal de los fieles de invocar en sus necesidades a las almas del purgatorio, nos parece que puede concluirse razonablemente lo siguiente: no hay inconveniente en invocar a las almas del purgatorio en nuestras necesidades; pero teniendo a nuestra disposición la poderosa intercesión de la Santísima Virgen y de los santos del cielo –muy superior en todo caso a la de las almas del purgatorio– y siendo poco delicado pedir una limosna al que en cierto sentido la necesita más que nosotros, hemos de preferir ofrecerles desinteresada y espléndidamente nuestros sufragios sin pedirles nada en retorno. Ya se encargarán ellas solas, a impulsos de la caridad y de la gratitud, de interceder por nosotros en la máxima medida en que puedan hacerlo ahora en el purgatorio y más tarde en el cielo.

INTENCIONES DEL PAPA

Cuando para obtener la indulgencia se prescribe orar por las intenciones del Papa, como pasa por ejemplo con el rezo del Santo rosario, se ha entendido siempre que las intenciones del Papa por las que se pide son:  La propagación de la fe, el retorno de los herejes, apóstatas y cismáticos a la verdadera fe, la paz de la Iglesia y las naciones, la conversión de los pecadores y la perseverancia de los justos, es, en consecuencia, un error aclarar que se pide por las intenciones de Francisco o de Benedicto XVI, o por el Papa Emérito, o tal o cual, claro está que en la oración personal se puede pedir por ellos, o por el Obispo de la diócesis o por el cura párroco, o el cura amigo, o el cura pariente, pero tener en claro cuales son las Intenciones del Papa para evitar engañar o ser engañados.

LA VIDA MÍSTICA

Se ha entendido tradicionalmente, que la mística es un camino de tres vías o etapas: la vía purgativa, la vía iluminativa y la vía unitiva. 

En la vía purgativa, se purga la memoria, entendida esta como potencia del alma para limpiarla de los apegos sensitivos que provienen del cuerpo. En palabras de San Juan de la Cruz: “Hay que perder el gusto por el apetito de las cosas”.  El apetito como tal no tiene por qué ser malo, pero sí lo es el apego o gusto que provoca en la memoria, porque la impide orientarse plenamente hacia Dios. La privación corporal y la oración son los principales medios purgativos. El estado en que se sume la memoria, en esta etapa, se llama esperanza.

En la vía iluminativa, se eleva el entendimiento hacia Dios, entendido este como potencia del alma. Una vez limpio el entendimiento de toda relación con las criaturas queda vacío para entregarse a la sabiduría, sabiduría en que se sabe sin necesidad de entender, esta experiencia en la mística se llama Fe.


Por último la vía unitiva, que consiste en la purificación de la voluntad, entendida esta como potencia del alma, en ella el alma alcanza el grado más perfecto de la unión con Dios, pues vaciado el hombre de su propia voluntad, que es lo más suyo, se entrega a Dios en el grado más perfecto de caridad.

Los católicos si juzgamos y al hacerlo obramos bien

Es importante saber juzgar los actos morales, al final del “sermón de la montaña”, somos advertidos por Nuestro Señor Jesucristo sobre los falsos profetas, la única manera que tenemos de desenmascarar a esos falso profetas es haciendo un ejercicio racional de discernimiento, o de raciocinio, sobre sus prédicas, lo cual consiste fundamentalmente en el análisis con juicios sucesivos de sus afirmaciones contrastándolas según las reglas de la lógica formal contra las afirmaciones de la Biblia, del Catecismo de la Iglesia Católica y del magisterio infalibles de la Iglesia Católica.

Es decir que de manera racional y lógica deberemos reconocer a los falsos profetas, algunas señales se nos darán, los reconoceremos por sus frutos, es decir que deberemos estar atentos a la doctrina que predican, al estilo de vida que llevan, de tal suerte que podamos distinguir al falso profeta así venga vestido con piel de oveja, o al falso profeta que predica un evangelio Light, un evangelio sin puerta estrecha, sin camino angosto, sin infierno, sin condenación, porque a la gente no le gusta esas prédicas porque las considera agresivas.  La única manera que tenemos de distinguir el árbol bueno del árbol malo, es por los frutos que de él se cosechan.

Las personas de hoy no solamente no saben cómo juzgar, sino que peor aún ahora están mal entendiendo que juzgar es un pecado, y por no meterse en la vida de los demás no corrigen al que yerra, no exhortan al que está actuando mal, es decir que se quedan cruzados de brazos con toda tranquilidad mirando como su prójimo se dirige hacia la perdición sin hacer nada por evitarlo, pero además e igual de grave tampoco oran por ellos, porque ni siquiera vislumbran la maldad de su conducta.

Las personas que dicen y quien es usted para juzgar quieren imitar a los protestantes que cogen una cita y la descontextualizan a su favor, pues ni se dan por enterados de que Mateo 7 1No juzguéis, para que no seáis juzgados  -no condena el acto de juzgar sino la hipocresía, tal y como podemos ver en los versículos siguientes. Nada hay en ese texto bíblico que pueda significar, o tan siquiera insinuar que por ningún motivo debamos juzgar como si de un pecado se tratase-  .2 Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido.  3 ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? 4 ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo? 5 !!Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.

Algunos sacerdotes y obispos de la Iglesia Católica, inmersos en el modernismo están imponiendo un velo, el velo del “buenismo”, a lo que ha enseñado como correcto la Iglesia desde siempre.  Un cardenal alemán, de apellido Marx, ha dicho que las uniones de los homosexuales tienen mucho de bueno, para un católico medianamente formado esto es impensable, así venga de un cardenal, porque esto contradice totalmente la doctrina católica.

Un católico formado, partiendo del magisterio infalible de la Iglesia y la recta razón, deberá juzgar que esa afirmación contradice la fe y la ley natural y optará por rezar y hacer penitencia por este prelado, Marx, para que se convierta, pero también corregirá y denunciará el error, a quienes no tengan las cosas claras, pues entiende que solo así podremos ser como la iglesia de Éfeso que se menciona en Apocalipsis 2, 2 a la que nuestro Señor felicita por haber juzgado y sacado de entre ellos a los falsos maestros y evitará que vengamos a ser como la iglesia de Pérgamo de Apocalipsis 2, 14 – 15 que es regañada por no haber hecho lo mismo.

En otros apartes, de mi Biblia, encuentro que San Pablo describe y juzga a la clase de personas con las que no debemos juntarnos, cuando en la segunda de Timoteo 3 afirma que cuando sepamos juzgar mejor los actos humanos podremos alejarnos del vicio y acercarnos mejor a la virtud, es decir, a la santidad.

El católico bien formado pide a Dios sabiduría para juzgar y rezar, tal y como aparece en 1 Reyes 3, 9 “Concede, pues, a tu siervo, un corazón que entienda para juzgar a tu pueblo, para discernir entre el bien y el mal, pues ¿quién será capaz de juzgar a este pueblo tuyo tan grande?

Pero también dice uno de los mandamientos de Dios, el octavo  que: “No dirás falso testimonio ni mentirás”, y en la explicación detallada en los catecismos se nos dice que prohíbe atestiguar en falso en juicio, prohíbe además la detracción o murmuración, la calumnia, la adulación, el juicio y sospecha temeraria y toda suerte de mentiras. Sobre este último dice que el “Juicio o sospecha temeraria es un pecado que consiste en juzgar o sospechar mal de UNO SIN JUSTO FUNDAMENTO.

Pero qué es ese Justo Fundamento, la respuesta se puede encontrar en las llamadas fuentes de moralidad, es decir aquellas normas que permiten saber si un acto humano es conforme u opuesto a la norma moral y así así lo es en qué grado o medida.  Estos elementos son tres: objeto, fin y circunstancias, y cuando el hombre actúa, por su libertad y el ejercicio que hace de ella es un sujeto moral, es decir que es padre de sus actos, por eso el Catecismo de la Iglesia Católica, al hablar de la moralidad de los actos humanos, nos dice claramente que la libertad hace del hombre un sujeto moral. Cuando actúa de manera deliberada, el hombre es, por así decirlo, el padre de sus actosLos actos humanos, es decir, libremente realizados tras un juicio de conciencia, son calificables moralmente: son buenos o malos.” Y como se hace dicha calificación por el JUICIO  que se hace de su objeto, del fin y de las circunstancias de los mismos.

Queda claro que los actos humanos son juzgables y que tenemos muchos elementos para hacerlo, tenemos las herramientas y el mandato para hacerlo.  Pero, también, es necesario precisar que hay un juicio que es de Dios, qué es el juicio de las conciencias,  y ese solo le compete a Él, pues es en esa conciencia, el núcleo más secreto y el sagrario del hombre, en el que está solo con Dios, cuya voz resuena en lo más íntimo de ella.  Sólo Dios podría juzgarla, sabemos, también, que el hombre tiene una ley escrita por Dios en su corazón, en cuya obediencia consiste la dignidad humana y por la cual será juzgado personalmente.

El juicio personal solo puede hacerlo Dios por ser el único que penetra las conciencias individuales, pero el juicio moral, lo hacemos todos porque la Iglesia así lo ha enseñado y además se ha esmerado para enseñarnos a realizarlo de forma correcta. Es decir que no podemos ni siquiera aventurarnos a pensar en cual ha sido el destino de una persona luego de su juicio, pues las circunstancias del mismo solo son entre él y Dios, pero con total tranquilidad podremos juzgar, como buenos o como malos, como morales o inmorales los actos que cometió, pues sabemos por las mismas normas que se nos han dado que cosas están bien y que cosas están mal.

Los modernistas, nos están empujando hacia el absurdo por cuenta de su insistencia en condenar los juicios sobre los actos humanos, pues a la final ni el padre de familia podrá corregir al hijo que yerra porque lo está juzgando, mientras que los pervertidores desde la academia le estarán enseñando por ejemplo que la homosexualidad es buena, la sociedad no podrá juzgar y condenar a sus delincuentes porque no puede juzgar los actos humanos, y así sin fin.

Prácticamente en todos los actos humanos hay un juicio, al comprar comida juzgo si es más o menos rica, si engorda o adelgaza; con una amistad si me conviene o no, y no estoy hablando de acepción de personas.  Casi todas las actividades de un día normal se hacen con criterio de juicio, si veo una película la juzgo, buena o mala, divertida o aburrida, moral o inmoral, etcétera.

Vivimos dentro de un relativismo generalizado en que se niega la existencia de una verdad absoluta, salvo que sea para afirmar que todo vale, llevando gradualmente, a los moralistas, a convertirse en enemigos de la moral enseñada por Jesucristo, y repetida por la Iglesia durante dos mil años, y pasamos de la Verdad enseñada al “es que a mí me parece”.

No olvidemos la enseñanza que recibimos del cielo y que aparece citado en la Biblia, de las cuales traigo adicionalmente estas:

En Juan 7:24 dice “No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio.” En esta cita es Cristo mismo quien manda a juzgar con justicia.

En 1 Corintios 5: 1-3 podremos leer cómo San Pablo juzga un acto inmoral cuando dice: “De cierto se oye que hay entre vosotros fornicación, y tal fornicación cual ni aun se nombra entre los paganos; tanto que alguno tiene la mujer de su padre. Y vosotros estáis envanecidos. ¿No debierais más bien haberos lamentado, para que fuese quitado de en medio de vosotros el que cometió tal acción? Ciertamente yo, como ausente en cuerpo, pero presente en espíritu, ya como presente he juzgado al que tal cosa ha hecho.” Aquí San Pablo no solo juzga la inmoralidad del acto, si no que manda a expulsar al inmoral de la comunidad.

1 Corintios 5:9-11 cómo san Pablo manda enérgicamente a no juntarnos con quienes juzguemos como fornicarios, avaros, ladrones o idólatras de entre la comunidad cristiana.

En 1 Timoteo 5:20 incluso nos pide que los reprendamos en público para que los demás aprendan. Esto evidentemente en completa armonía con Mateo 18:15- Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano.

EL PODER ENGAÑOSO QUE ENVÍA DIOS

Sin duda podemos afirmar que estamos viviendo en el Fin de los Tiempos, podríamos intentar discutir sobre en qué momento específico a situación mundial estamos: empezando las siete semanas de Daniel, empezando los 1260 días es decir en la mitad de la tribulación o creyendo que ya estamos en el final del final, listos para los últimos momentos y estar aprestándonos a partir hacia los refugios, como ocurre con los seguidores del discípulo mexicano.   

Es claro que la iniquidad actúa con total libertad sobre pueblos y naciones, y que sus siervos a nivel mundial, han comenzado a ejecutar todo lo necesario para sacar a Dios del mundo,  momento hacia el que nos dirigimos y que llegará porque así está escrito.  Nada de esto parará, ni dejará de agravarse hasta la instauración del reinado del Anticristo y su Nuevo Orden Mundial.

Muchos se condenan por no conocer la Verdad, la idea de este grupo es dar a conocer los principios religiosos que la Iglesia Católica ha enseñado desde siempre, para obtener herramientas que nos preparen para la urgencia de los tiempos en que vivimos y nos ayuden a desenmascarar las artimañas del enemigo que quiere esclavizarnos y someternos en contra de los planes de Dios.

Es fundamental abrir los ojos a la verdad para poder conocer la realidad tal cual es, y dejar de vivir como si no estuviera pasando nada, dejar de vivir ciegos dando traspiés mientras que el alma va viendo comprometida cada vez más su propia salvación. “Conoceréis la Verdad, y  la Verdad os hará libres” (Jn 8,32).ad

La mayoría de los textos compartidos, para no decir que casi la totalidad, han sido escritos por otras personas y mi aporte ha sido simplemente re-redactarlos para que sean más fáciles de leer, que las cosas sean como contadas, porque hay algunas cuestiones que son de una profundidad teológica, con lenguaje técnico y citas en latín que de solo verlos da pereza leer y la verdad, siempre tengo presente la cita bíblica de Oseas 4 "contra ti, sacerdote es mi pleito porque mi pueblo perece por falta de conocimiento" y a pesar, de que me gusta pensar que el pleito sea contra los sacerdotes ministeriales, también tengo presente que soy sacerdote laical por ministerio del bautismo y prefiero ayudar con la divulgación del conocimiento y no hacerme sujeto del pleito con Dios.  Leo, selecciono, oro, vuelvo y leo y después redacto, llevo años más de diez haciéndolo, tengo una colección de cerca de setecientos artículos entre propios y ajenos, que me han llamado la atenciòn en algún momento y todos los días le dedico mi tiempo y oración personal a esta actividad.

Estamos en el medio de una guerra espiritual enorme, en la que el botín, el premio es su alma y la mía, es necesario entender que estamos a merced de los embates de un enemigo poderoso e invisible. 

Jesucristo, Nuestro Señor, en su amor infinito, murió en la cruz para ganarle la guerra a este enemigo.  Si pedimos la asistencia del Espíritu Santo podremos encontrar la verdad, conocerla, descubrir que es Jesucristo.  Y aprender, para salvar nuestra alma, que sólo por el camino de la cruz podremos encontrar la salvación, pues por nuestros propios medios nada podremos, pues, y así lo dice San Pablo: “Nuestra lucha no es contra enemigos de carne y sangre, sino contra los Principados y Potestades, contra los Soberanos de este mundo de tinieblas, contra los espíritus del mal que habitan en el espacio.” (Ef 6,12)

Y como los enemigos a los que nos enfrentamos en esta batalla son de carácter sobrenatural, únicamente podremos vencerla por medio de Cristo, sólo por Él, con Él y en Él, en unidad con la verdadera fe, enseñanzas y Tradición de la Santa Iglesia Católica, no va a ser con el seguimiento de un falso Cristo adalid de la Modernidad y de la Nueva Era, ni tampoco de doctrinas seductoras como las de Bergoglio, que han sido creadas para dividir y extraviar al rebaño al pretender acabar con la verdad desde la cátedra de Pedro.

Bergoglio es el Falso Profeta profetizado para el actual Fin de los Tiempos imponiendo las doctrinas de la teosofía y de la masonería, es decir, las de Lucifer, a todo el mundo para unirlo en apostasía final contra el Altísimo, desencadenando así la Gran Tribulación, que no se trata de ninguna alegoría, sino de un tiempo real previo a la Parusía verdadera de Nuestro Señor Jesucristo.

Que el Señor tenga misericordia de nosotros y del mundo entero, porque en toda la historia de la humanidad no ha habido nada que se asemeje ante lo que está a las puertas de ocurrir, lo más grave que se nos ocurra, es pálido reflejo de lo que se nos viene encima.  

Dice San Pablo en la segunda carta a los Tesalonicenses que: “El misterio de la iniquidad ya está actuando. Sólo falta que desaparezca el que lo retiene,(el Papa Benedicto XVI) y entonces se manifestará el Impío, a quien el Señor Jesús destruirá con el aliento de su boca y aniquilará con el resplandor de su Venida.  La venida del Impío será provocada por la acción de Satanás y está acompañada de toda clase de demostraciones de poder, de signos y falsos milagros, y de toda clase de engaños perversos, destinados a los que se pierden por no haber amado la verdad que los podía salvar. Por eso, Dios les envía un poder engañoso que les hace creer en la mentira, a fin de que sean condenados todos los que se negaron a creer en la verdad y se complacieron en el mal”. (2 Tesalonicenses, 2, 7-12).

MI POSICIÓN, COMO LAICO CATÓLICO QUE SOY

Desde mi punto de vista la Iglesia Católica sigue siendo la que está en Roma, y así lo será mientras Dios permita que el Vaticano siga existiendo.  No me importa que la Sede esté usurpada, eso no la cambia.

La jerarquía válida de la Iglesia Católica sigue siendo la jerarquía oficial, así en muchos casos, demasiados, se profese el error o la omisión de la verdad.   En cuanto a los obispos y los jerarcas no tengo nada que decir en contra de su sucesión apostólica, lo único, tal vez, sea tener en cuenta que Judas, también fue un apóstol y elegido por Jesús, quien según sus propias palabras era un diablo Juan 6,70 “no os escogí Yo a vosotros, los doce, y sin embargo uno de vosotros es un diablo”.

Siempre que utilizo el término falso refiriéndome a un obispo o a un jerarca, lo estoy haciendo en referencia a sus errores y omisiones de la verdad, no a la validez de su sucesión apostólica o de su ministerio.  En eso no entro.

Estoy absolutamente convencido de que los Sacramentos son total y absolutamente válidos y además eficaces, siempre y cuando la persona que los recibe tenga la disposición requerida por la Iglesia desde todos los tiempos.  Como consecuencia no comparto, en lo absoluto, los argumentos de los sedevacantistas y sus condenas a la existencia de Iglesia que sólo puede derivar en un diabólico abandono de los sacramentos por parte de la gran mayoría de miembros de la Iglesia y de la sociedad. 

Mis críticas reiteradas y persistentes a la herejía y a la mentira evidentes en la Iglesia actual no me sacan de la Iglesia Católica, de hecho estoy en plena comunión con la Santa Iglesia Católica y con sus enseñanzas reiterativas y consistentes con el magisterio de más de dos mil años, los sedevacantistas predican una herejía y buscan un cisma con la Iglesia romana, ellos si se ubican fuera de la Iglesia por lo tanto, no pretendo unirme a ellos, ni tampoco que me unan con ellos.

Uno de los mayores triunfos de satanás, precisamente, ha sido conseguir que muchos buenos elementos de la Iglesia se queden por fuera de ella, y dejen de combatir por la verdad.

Sabemos que Nuestro Señor Jesucristo concibió a su Iglesia como una sola Iglesia, como un cuerpo único, no como un conjunto de grupúsculos independientes o resistentes en la lejanía, de hecho en la parábola del trigo y la cizaña le dice a los siervos que no arranquen la cizaña, porque al arrancarla podrían arrancar también el trigo.  Y textualmente en Mateo 13, 30 les dice: “Dejad  crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero.

Ni al trigo le compete cegar a la cizaña, ni tampoco salirse del campo, el que se sale del cuerpo sale del estadio en que se desenvuelve la lucha.  Leer Mateo 13 36-43 y que “El que tiene oídos para oír, oiga”.

Dios ha permitido, indudablemente, como castigo, que Bergoglio esté a la cabeza de la Iglesia en estos momentos.  Estoy firmemente convencido de que el Papa Benedicto XVI fue víctima de un golpe de estado por parte de la Sinagoga de Satanás que opera en el interior de la Iglesia por el misterio de iniquidad.  Bergoglio, sin duda, es el Falso Profeta bíblico que, según Ap 13:11, “ostenta los cuernos del Cordero” -es decir, es el vicario de Cristo -“pero habla como dragón” -produce en sí el verbo, el mensaje de Lucifer:  la tentación sobre la misma Iglesia, Esposa de Cristo-.

Cabe preguntarnos ¿según Apocalipsis, es Papa?  Ciertamente lo es en cuanto a su cargo de poder, de cara al mundo, reconocido por la gran mayoría como Papa, pero no lo es en su intención ni en su corazón (“¿Quién soy yo para juzgar?”),  y ahí está precisamente la trampa para que arrastre a los que son como él consigo, el “engaño para perder a los mismos elegidos” de 2 Tes, 2. Pero además también se debate mucho sobre cuál fue el alcance verdadero de la renuncia de Benedicto.

Francisco es el Falso Profeta, el  precursor del Anticristo, y los tiempos ya están maduros para que quien quiera ver y entender, lo haga.  Si no fuera él, se me hace difícil imaginar un personaje con mayor capacidad de engaño que éste, pero cabe, por supuesto, la posibilidad de que aparezca.

Sin embargo, por lo característico del personaje y tal y como los medios mundanos le publicitan es claro que él es el Falso Profeta en persona.  Quizás a la muerte de S.S. el Papa Benedicto XVI el plan de satanás se acelere vertiginosamente, pero lo que si es cierto es que “El misterio de la iniquidad ya está actuando y sólo falta que desaparezca el que lo retiene”, 2Tes 2,7; es decir, que desaparezca el verdadero Papa católico que siempre ha estado presente desde San Pedro.

Bergoglio sólo podría ser depuesto por un concilio de obispos, algo que, a día de hoy -y, a diferencia de lo que probablemente hubiera pasado en otro tiempo no podemos esperar, parecería que la gran mayoría de los obispos están atrapados en la mentira de la iniquidad o callan, cobardemente, a la espera de que llegue otro Papa, atrapados en las Conferencias Episcopales que han liquidado la defensa de la fe.  Los que alzan su voz, son escandalosamente poco y de ninguna manera suficientes para iniciar ese cambio. 

En realidad lo que ha ocurrido es que Dios ha permitido este triunfo del mal en la cabeza de la Iglesia, tal y como estaba profetizado, esto no es poner en duda la promesa de Cristo sobre la indefectibilidad de la Iglesia, sino, más bien, confirmar que se trata de la Voluntad de Dios expresada desde toda la eternidad sobre la misma y así está expresado en el propio Catecismo de la Iglesia Católica:

La última prueba de la Iglesia  675 Antes del advenimiento de Cristo, la Iglesia deberá pasar por una prueba final que sacudirá la fe de numerosos creyentes (cf. Lc 18, 8; Mt 24, 12).  La persecución que acompaña a su peregrinación sobre la tierra (cf. Lc 21, 12; Jn 15, 19-20) desvelará el “misterio de iniquidad” bajo la forma de una impostura religiosa que proporcionará a los hombres una solución aparente a sus problemas mediante el precio de la apostasía de la verdad. La impostura religiosa suprema es la del Anticristo, es decir, la de un seudo-mesianismo en que el hombre se glorifica a sí mismo colocándose en el lugar de Dios y de su Mesías venido en la carne (cf. 2 Ts 2, 4-12; 1Ts 5, 2-3;2 Jn 7; 1 Jn 2, 18.22).

676 Esta impostura del Anticristo aparece esbozada ya en el mundo cada vez que se pretende llevar a cabo la esperanza mesiánica en la historia, lo cual no puede alcanzarse sino más allá del tiempo histórico a través del juicio escatológico: incluso en su forma mitigada, la Iglesia ha rechazado esta falsificación del Reino futuro con el nombre de milenarismo (cf. DS 3839), sobre todo bajo la forma política de un mesianismo secularizado, “intrínsecamente perverso” (cf. Pío XI, carta enc. Divini Redemptoris, condenando “los errores presentados bajo un falso sentido místico” “de esta especie de falseada redención de los más humildes”; GS 20-21).

677 La Iglesia sólo entrará en la gloria del Reino a través de esta última Pascua en la que seguirá a su Señor en su muerte y su Resurrección (cf. Ap 19, 1-9). El Reino no se realizará, por tanto, mediante un triunfo histórico de la Iglesia (cf. Ap 13, 8) en forma de un proceso creciente, sino por una victoria de Dios sobre el último desencadenamiento del mal (cf. Ap20, 7-10) que hará descender desde el cielo a su Esposa (cf. Ap 21, 2-4). El triunfo de Dios sobre la rebelión del mal tomará la forma de Juicio final (cf. Ap 20, 12) después de la última sacudida cósmica de este mundo que pasa (cf. 2 P 3, 12-13).

¿JESÚS ES DISTINTO AL DE LAS ESCRITURAS?

La figura del anticristo no ha aparecido en el mundo, pero su espíritu está operando.  Y está falsificando al verdadero Jesús haciendo una caricatura de su mensaje.  Presentándonos una prédica de Jesús diferente a la que relatan los evangelios.  Debemos ser conscientes de esta estrategia del maligno y estar en guardia para detectar las mentiras.

ISRAEL COMENZÓ LA BÚSQUEDA DE UN REY HASTA LLEGAR A JESÚS
La historia del pueblo judío narrada en la Biblia se puede definir como la búsqueda de un rey terrenal que lo guíe hacia un destino glorioso.  El pueblo le pide a Samuel un rey, lo que está relatado en 1 Samuel.  El Señor le dice que nombre a Saúl, pero Saúl demostró ser un rey débil y celoso.  Luego el Señor Elige a David como rey en su reemplazo. Que gobernó en una época de oro para Israel.  Lo sucedió su hijo Salomón, bajo cuya administración el reino de Israel se dividió en dos: Judá en el sur con dos tribus e Israel en el norte con 10 tribus.
Luego vienen los periodos de cautiverio las 10 tribus del Norte son cautivas por los asirios en el año 722 AC.  Y luego se mezclan con los gentiles convirtiéndose mayoritariamente en los samaritanos.  Mientras que las dos tribus de Judá fueron llevados a cautiverio por los babilonios en el año 597 AC. 
Regresaron 70 años después.  Uno de los cautivos fue el profeta Daniel.  Quien escribió en Daniel 2: 44 que vendría un día el Mesías a restaurar el reino de Dios en la Tierra.  Y estableció que ese reino jamás será destruido, ni su soberanía dejada a otro pueblo, y permanecerá para siempre.
Cinco siglos más tarde aparece Jesús en la escena. Y su mensaje es “arrepentíos porque el reino de los cielos ha llegado”, como se pude leer en Mateo 4.  El reino no era terrenal sino el que da entender Daniel.  Un reino que no tendrá fin y que reunirá a todo el mundo.  La promesa de Jesús no es que llegará el reino de Dios sino que ya llegó con Él.  Y además que somos sus hijos adoptados por Jesús, en su reino, como se puede ver en Gálatas 4: 5. 
Enormes promesas de Jesucristo que hasta el día de hoy se manifiesta con luces y sombras.  Por un lado Jesucristo nos legó la religión más grande del mundo y que ha sobrevivido 2000 años.  Pero en estos dos mil años la figura de Jesús ha sido fuente de continuas discusiones y conflictos.  Incluso dentro de los cristianos se discute cual es la modalidad y la moralidad que Jesús nos vino a traer.  Para muchos Jesús es un maestro moral, para otros un activista, para otros un ser de alta espiritualidad, y para otros más modernamente trajo a la tierra la noticia de una nueva sexualidad.
Y a pesar de que para algunos o para muchos de ellos es también el hijo de Dios, todas estas son falsificaciones, y como tales son ajenas a la Biblia y son fruto del anticristo.

¿COMO ERA JESÚS EN REALIDAD?
Si nos basamos en lo que dice la Biblia Jesús físicamente era una persona musculosa, con cabello largo y barba.  Una persona de gran resistencia física como para recorrer durante 3 años una enorme cantidad de kilómetros, completamente impensable para un hombre de nuestra época, incluso personas como Ana Catalina Emmerick, muestran en sus relatos como muchas veces estaba solo, o acompañado solo por algunos e incluso algunas veces por personas que no están en los relatos bíblicos. 
Jesús fue un hombre que mostró que tenía la capacidad de restaurar la salud de la gente y expulsar demonios y de hacer milagros como la multiplicación de los panes y los peces y tantos otros.
Era un predicador fuerte y desafiante, no una persona tímida.  Sus prédicas no tenían concesiones.  No eran suaves ni políticamente correctas, sino más bien comprometidas y exigentes para con la gente.  Las personas debían arrepentirse y creer en su evangelio y en la moralidad que Él expresaba.  Era Jesús un predicador firme y decidido, que no aceptaba un compromiso a medias, mostraba que era urgente la conversión.  No vino a debatir que era lo bueno y que era lo malo sino a traer la palabra del Padre.  Era tan exigente que advirtió que “el que no recoge conmigo, dispersa”. 
Nada detenía la predicación de Jesús.  Este es el Jesús de quien podemos leer en la Biblia, que no está permeado por ideologías, o por mentiras y si creemos que lo que dice la Biblia fue lo que en realidad ocurrió.  Es inadmisible pensar lo que manifestó el superior General de los Jesuitas que no se puede conocer exactamente lo que dijo Jesús porque no había grabador en aquella época.
Sin embargo la personalidad pública y manifiesta de Jesús se ha venido desdibujando a través de los siglos y hoy en día han aparecido otras interpretaciones de su personalidad y discurso, que son ajenas a los documentos que siempre hemos tenido.

VEAMOS ALGUNAS DE LAS MÁSCARAS QUE LE HAN PUESTO A JESÚS
LA DE JESÚS EL ACTIVISTA
Una caricatura de Jesús es como activista social radical, promoviendo a los pobres y marginados, para mejorarles la situación en la Tierra.  Esto fue encarnado más claramente por la Teología de la Liberación, que fue muy popular en América Latina luego del Concilio Vaticano II, erradicada por Juan Pablo II y por Benedicto XVI y nuevamente “entronizada” por el antipapa Francisco.
Esta manera de ver a Jesús, como mínimo, lo despoja de su divinidad y lo sitúa como un maestro moral terrenal cuya prédica se limita a mejorar las situaciones sociales y económicas terrenales; que los desposeídos vivan mejor en la Tierra.  Sabemos, por la misma Biblia, que en la Tierra no se puede satisfacer los anhelos más profundos del corazón, por eso la prédica bíblica de Jesús es hacia lo trascendente, hacia la vida eterna, de la cual Él se autodenomina el camino.

JESÚS ESPIRITUAL PERO NO RELIGIOSO
En estos dos mil años se ha mellado la relación de las iglesias institucionales con buena parte de la población.  Abonado por las denuncias de abusos sexuales de sacerdotes, corrupción, apostasía, clericalismo.  Por otro lado, la reforma protestante introdujo la noción de qué se podía tener una relación personal con Jesús sin intermediarios y que era lo deseable.  Y posteriormente la nueva era amplió este criterio del cristianismo individualista del protestantismo suplantándolo con una vaga orientación espiritual que cree en un ser superior, que es sobre todo una energía creadora, como el gran arquitecto del universo en el que creen los masones, pero que cada uno podría armar a su gusto sin depender de la iglesia institucional.
Y Jesús es religioso, estableció una estructura de autoridad a través de los apóstoles para el armado de la Iglesia a Pedro le dio las llaves del reino escogiéndolo para edificar su iglesia y prometió que los poderes del infierno no la destruirían.

JESÚS EL DÉBILMENTE HÍPER MISERICORDIOSO
Otra máscara falsa de Jesús es presentarlo como un ser todo amor pero todo permisivo que no obliga a nadie, que entiende los problemas y las excusas de la gente y siempre perdona sin exigir demasiado.  No hay dudas que Jesús es misericordioso amoroso y siempre perdona, pero pide que te arrepientas. Pide que no caigas de vuelta en el pecado.  Como en el caso de la mujer sorprendida en adulterio que relata Juan 8: 1- 1, qué Jesús no la condena, la perdona, pero lo dice “vete y no peques más”.
Jesús no vino acompañar a la gente, sino a llamar a la conversión de estilo de vida y esto resulta incómodo para muchos que no están dispuestos a cumplir las exigencias que Él reclama. 
La verdadera misericordia de Jesús se expresa en su reclamo de cambio de vida y conversión, para evitar el riesgo de perdición pero sucede que quienes aplican esta máscara a Jesús son también los que creen que el infierno no existe o está vacío, por lo tanto no hay un castigo severo para el pecado mortal.

JESÚS GAY 
Esta máscara de Jesús es propia de la última década y de la revolución sexual, algunos pastores hablan en principio que no saben cuál es la orientación sexual de Jesús.  Abonado incluso con que no se casó ni tuvo hijos, ni tuvo relación con ninguna mujer.  Además dicen que Jesús se identifica con los marginados de nuestra sociedad, y entre los marginados ellos ponen a los homosexuales.
Otros pastores directamente dicen que Jesús probablemente fue homosexual y retratan a los apóstoles como una camarilla gay alrededor de Jesús, así lo dijo un Obispo en Bogotá, cuando dijo que no nos consta que los apóstoles no hubieran sido homosexuales.  Probablemente, para ellos, Jesús entonces se sentiría atraído por los hombres, por eso se rodeó de hombres y no de mujeres. Y citan el ejemplo del discípulo amado que recostó su cabeza sobre el pecho de Jesús en la última cena.  Debido a su homosexualidad Jesús habría exhortado a sus seguidores a romper los lazos familiares.  Lo cual no es un rechazo hacia la familia sino más bien una invitación positiva a unirse, para afirmar la alegría y el amor del estilo de vida gay.
Incluso algunos van más allá en la herejía porque llegan a pensar qué Jesús se hizo gay porque la Santísima Virgen era una madre posesiva y San José una persona hostil, que deviene de la ambigüedad de su estatus como padre adoptivo de Jesús.  Y cómo dato mencionan cuando Jesús se separó de sus padres y fue a la sinagoga a predicar cuando tenía 12 años.
Incluso interpretan que Pablo de Tarso también era homosexual y que como el ambiente en esos años era altamente homofóbico, los propios guardianes del cristianismo cultivaron en secreto la homosexualidad.
Estas 4 máscaras con las cuales se retrata a Jesús son parte del engaño del anticristo.

CÓMO PROTEGERSE DEL ENGAÑO DEL ANTICRISTO
Aunque la figura del anticristo no se ha manifestado aún, es claro que está operando el espíritu del anticristo.
El numeral 676 del Catecismo de la Iglesia Católica dice: “Esta impostura del Anticristo aparece esbozada ya en el mundo, cada vez que se pretende llevar a cabo la esperanza mesiánica en la historia, lo cual no puede alcanzarse sino más allá del tiempo histórico a través del juicio escatológico”.
San Pablo en la segunda carta a los Tesalonicenses habla que el anticristo se opondrá a todo lo que se relacione con Dios y se hará pasar por Dios.
Esta es la lógica del espíritu del anticristo, causar engaño y el Catecismo de la Iglesia Católica numeral 675 hablando de la prueba final de la iglesia dice: “Allí se desvelará el misterio de la iniquidad en la forma de una impostura religiosa que proporcionará a los hombres una solución aparente a sus problemas mediante el precio de la apostasía de la verdad”.
Y dice también que: “La impostura religiosa Suprema es la del anticristo, un pseudo mesianismo en que el hombre se glorifica a sí mismo en lugar de Dios y de su Mesías venido en la carne” De modo que la tendencia al engaño ya está presente.
¿Y cuál es la forma de protegerse contra el engaño y contra estás máscaras de Jesús?  La respuesta la da San Pablo en 2 Tesalonicenses 2:15 cuando dice, “Hermanos estad firmes y retened la doctrina que habéis aprendido, ya sea por palabra o por carta nuestra”  Esto significa aferrarse a las tradiciones, a la verdad escrita en el evangelio y expresada en el Catecismo de la Iglesia Católica.
1 Juan 4: 6 expresa lo mismo con otras palabras cuando dice, “El que conoce a Dios nos escucha y el que no es de Dios no nos escucha; en esto conocemos el espíritu de la verdad y el espíritu de error”.
Por lo tanto la tradición es el antídoto a la presencia de falsas enseñanzas y del espíritu del anticristo.  Hay que atenerse a lo escrito en la Biblia a la predicación apostólica y a la sagrada tradición.  La Constitución apostólica Dei Verbum del Concilio Vaticano II habla, que a través de la tradición de la iglesia en su doctrina vida y culto perpetuo se transmite a todas las generaciones lo que ella es y lo que ella cree.  La sagrada tradición está compuesta por los credos de la Iglesia, las doctrinas infalibles, su práctica moral y la sagrada liturgia.
También y como parte de todo santos Obispos han dado sus propias fórmulas para que nos mantengamos alejados y preservados de estas imposturas, por ejemplo Fulton Sheen: que es necesario "Conservar el estado de gracia quienes tengan fe, y quienes no la tengan que empiecen a buscarla, porque en los tiempos que vienen solo habrá una forma de que las rodillas dejen de temblar, y será caer sobre ellas y rezar".
Pero propone también un plan de vida, para estar preparados y evitar caer en los engaños, que se resume en lo siguiente:
 -Colgar un crucifijo en casa "para recordar que tenemos una cruz que llevar".
-Rezar cada noche el rosario en familia.
-Ir diariamente a misa.
-Hacer a diario la Hora Santa ante el Santísimo, "especialmente en parroquias cuyos párrocos son conscientes de las necesidades del mundo y llevan a cabo actos de reparación".
-Rezar a San Miguel Arcángel, recordándole que ya venció una vez el orgullo de Lucifer.
-Rezar a la Santísima Virgen, "porque le ha sido dado el poder de aplastar la cabeza de la serpiente".

ORACIÓN, la de Jacob

En la Biblia encontramos varias maneras de orar, la principal, por supuesto, el Padre Nuestro, en Lucas 11,1 cuando los discípulos le piden al Señor: “Maestro enséñanos a orar”, y Él nos enseña esta magnífica oración, que, cabe precisar, la Iglesia siempre ha tomado del evangelio de San Mateo, 6, 9-13.   Este, es el mejor, pero no el único ejemplo, hay más formas de orar desperdigadas por toda la Biblia, donde se nos plantean caminos que es necesario explorar, pues, nada más y nada menos se trata de Dios mismo, enseñándonos distintos caminos de oración, por ejemplo, la oración de Jacob y la de Esaú.

Nos cuenta la Biblia que Isaac, a los cuarenta años de edad, empezó a orar para que Rebeca, su señora, quedara embarazada, esa bendición, la del embarazo, le llegó cuando tenía 60 años, es decir que pasó 20 años de oración para obtenerla, la oración debe ser insistente, sin desfallecer, y varios son los ejemplos que tenemos al respecto, la de Isaac es una, la de Santa Mónica por su hijo San Agustín es otra.

Y debe ser valiente y sin desfallecer. Debemos conocer la historia y tenerla presente JACOB, ESAÚ Y REBECA, EL PLATO DE LENTEJAS Y LE TUMBAN LA PRIMOGENITURA A ESAÚ, TUVO QUE EXILIARSE DE SU CASA DONDE SU PARIENTE LABÁN, HASTA CUANDO DECIDE REGRESAR A ENFRENTAR A SU HERMANO ESAÚ QUE SALE A ENFRENTARLO CON 400 HOMBRES.

Jacob hace como un lobby y trata de cuentiarse a su hermano y no le da resultado

GENESIS 32,4 Reclama de Dios sus promesas (LA MISERICORDIA DE DIOS SE DERRAMA SOBRE LOS QUE LE TEMEN) tú me dijiste vuélvete a tu tierra y a tu parentela y yo te haré bien, líbrame de la mano de mi hermano porque le temo, tú has dicho yo te hare bien y tui descendencia será como la arena del mar, que se puede contar por la gran multitud.

Jacob se aterrorizó y pasó la noche postrado orando, SINTIÓ  una mano que le tocaba el hombro, comenzó a luchar con ese desconocido, que era Dios mismo que venía a auxiliarlo, al darse cuenta de quién era le dijo con humildad “no te dejaré si no me bendices.

Dios obró un milagro en su hermano se encontraron y se besaron, su deseo de venganza fue mudado por el anhelo del encuentro con su hermano.

El que se propone orar y seguir a Cristo ha de tomar las armas de Dios: “abrocharse el ceñidor de la castidad, ponerse la coraza de la justicia, embrazar el escudo de la fe, tomar por casco la salvación y tener la espada del Espíritu, la palabra de Dios rebosando en los labios y en el corazón”  Ef 6, 14 sig.

Luchar con Dios según el texto bíblico es una realidad eminentemente positiva.
Luchar con Dios es no amilanarse por el desconcierto que Dios mismo provoca en tantas ocasiones.

Luchar con Él es mantener la sonrisa, la cabeza levantada, la confianza despierta… cuando Él mismo se hace esquivo, huidizo, hostil y difícil de descifrar. LA NOCHE DEL ESPIRITU).  

Luchar con Dios es seguir creyendo en Él aun cuando nos hiera y disloque.
Luchar con Dios es no huir cuando la fascinación ha dado paso al martirio cotidiano de una entrega sin brillo y sin aplauso. Después del domingo de ramos viene el viernes de pasión

Luchar con Él es seguir queriendo ahondar en la amistad aún cuando se torne nuestro enemigo.

Aquí se encuentra la gran frontera de los verdaderos amadores y orantes, contra este muro muchos chocaron y se volvieron desolados atrás, otros se aventuraron y descubrieron un mundo nuevo en Dios y en sí mismos.

LA LUCHA ESTABLECE LA FRONTERA ENTRE UN JACOB ANTERIOR Y UN ISRAEL POSTERIOR. El cambio de nombre alude a que ese encuentro ha cambiado su vida. Es el gran reto de la madurez de la vida.

Sale cojeando de la prueba. No sale ileso, es herido por Dios. Porque del encuentro con Él nunca se sale ileso. Si es Dios, nunca deja indiferente.

El litigio es iniciativa de Dios que protesta de esta manera. Al enfrentarse con Jacob vuelve las cosas a justicia. Es una misteriosa manera de ahondar los lazos y la amistad entre ambos.  Es una pelea, un disloque, una herida que enamora, que desconcierta en principio, para dejar sabor a cercanía cálida y amigable.

Las armas de Dios son su fidelidad y la Promesa renovada. Las de Jacob son su esperanza en Dios. Ambos mantienen hasta el amanecer la tensión, ninguno de los dos cede, los dos ganan la pelea. Nace una amistad renovada, Dios llama a Jacob con un nuevo nombre, Jacob ha visto a Dios sin morir. Ambos han penetrado la intimidad del otro, se han ganado mutuamente.

La amistad de Dios es un tesoro que reciben los que se atreven a luchar con Él, los que están dispuestos a perderlo todo menos la esperanza en Él.

Toda la vida de Jacob está contenida entre dos encuentros con Dios, cogida entre dos momentos de encuentro, el sueño de Betel y el combate del vado de Jaboq. Veinte años separan estos dos momentos. Las dos veces es el tiempo de la prueba y de la noche. Jacob está solo las dos veces…