EL PODER ENGAÑOSO QUE ENVÍA DIOS

Sin duda podemos afirmar que estamos viviendo en el Fin de los Tiempos, podríamos intentar discutir sobre en qué momento específico a situación mundial estamos: empezando las siete semanas de Daniel, empezando los 1260 días es decir en la mitad de la tribulación o creyendo que ya estamos en el final del final, listos para los últimos momentos y estar aprestándonos a partir hacia los refugios, como ocurre con los seguidores del discípulo mexicano.   

Es claro que la iniquidad actúa con total libertad sobre pueblos y naciones, y que sus siervos a nivel mundial, han comenzado a ejecutar todo lo necesario para sacar a Dios del mundo,  momento hacia el que nos dirigimos y que llegará porque así está escrito.  Nada de esto parará, ni dejará de agravarse hasta la instauración del reinado del Anticristo y su Nuevo Orden Mundial.

Muchos se condenan por no conocer la Verdad, la idea de este grupo es dar a conocer los principios religiosos que la Iglesia Católica ha enseñado desde siempre, para obtener herramientas que nos preparen para la urgencia de los tiempos en que vivimos y nos ayuden a desenmascarar las artimañas del enemigo que quiere esclavizarnos y someternos en contra de los planes de Dios.

Es fundamental abrir los ojos a la verdad para poder conocer la realidad tal cual es, y dejar de vivir como si no estuviera pasando nada, dejar de vivir ciegos dando traspiés mientras que el alma va viendo comprometida cada vez más su propia salvación. “Conoceréis la Verdad, y  la Verdad os hará libres” (Jn 8,32).ad

La mayoría de los textos compartidos, para no decir que casi la totalidad, han sido escritos por otras personas y mi aporte ha sido simplemente re-redactarlos para que sean más fáciles de leer, que las cosas sean como contadas, porque hay algunas cuestiones que son de una profundidad teológica, con lenguaje técnico y citas en latín que de solo verlos da pereza leer y la verdad, siempre tengo presente la cita bíblica de Oseas 4 "contra ti, sacerdote es mi pleito porque mi pueblo perece por falta de conocimiento" y a pesar, de que me gusta pensar que el pleito sea contra los sacerdotes ministeriales, también tengo presente que soy sacerdote laical por ministerio del bautismo y prefiero ayudar con la divulgación del conocimiento y no hacerme sujeto del pleito con Dios.  Leo, selecciono, oro, vuelvo y leo y después redacto, llevo años más de diez haciéndolo, tengo una colección de cerca de setecientos artículos entre propios y ajenos, que me han llamado la atenciòn en algún momento y todos los días le dedico mi tiempo y oración personal a esta actividad.

Estamos en el medio de una guerra espiritual enorme, en la que el botín, el premio es su alma y la mía, es necesario entender que estamos a merced de los embates de un enemigo poderoso e invisible. 

Jesucristo, Nuestro Señor, en su amor infinito, murió en la cruz para ganarle la guerra a este enemigo.  Si pedimos la asistencia del Espíritu Santo podremos encontrar la verdad, conocerla, descubrir que es Jesucristo.  Y aprender, para salvar nuestra alma, que sólo por el camino de la cruz podremos encontrar la salvación, pues por nuestros propios medios nada podremos, pues, y así lo dice San Pablo: “Nuestra lucha no es contra enemigos de carne y sangre, sino contra los Principados y Potestades, contra los Soberanos de este mundo de tinieblas, contra los espíritus del mal que habitan en el espacio.” (Ef 6,12)

Y como los enemigos a los que nos enfrentamos en esta batalla son de carácter sobrenatural, únicamente podremos vencerla por medio de Cristo, sólo por Él, con Él y en Él, en unidad con la verdadera fe, enseñanzas y Tradición de la Santa Iglesia Católica, no va a ser con el seguimiento de un falso Cristo adalid de la Modernidad y de la Nueva Era, ni tampoco de doctrinas seductoras como las de Bergoglio, que han sido creadas para dividir y extraviar al rebaño al pretender acabar con la verdad desde la cátedra de Pedro.

Bergoglio es el Falso Profeta profetizado para el actual Fin de los Tiempos imponiendo las doctrinas de la teosofía y de la masonería, es decir, las de Lucifer, a todo el mundo para unirlo en apostasía final contra el Altísimo, desencadenando así la Gran Tribulación, que no se trata de ninguna alegoría, sino de un tiempo real previo a la Parusía verdadera de Nuestro Señor Jesucristo.

Que el Señor tenga misericordia de nosotros y del mundo entero, porque en toda la historia de la humanidad no ha habido nada que se asemeje ante lo que está a las puertas de ocurrir, lo más grave que se nos ocurra, es pálido reflejo de lo que se nos viene encima.  

Dice San Pablo en la segunda carta a los Tesalonicenses que: “El misterio de la iniquidad ya está actuando. Sólo falta que desaparezca el que lo retiene,(el Papa Benedicto XVI) y entonces se manifestará el Impío, a quien el Señor Jesús destruirá con el aliento de su boca y aniquilará con el resplandor de su Venida.  La venida del Impío será provocada por la acción de Satanás y está acompañada de toda clase de demostraciones de poder, de signos y falsos milagros, y de toda clase de engaños perversos, destinados a los que se pierden por no haber amado la verdad que los podía salvar. Por eso, Dios les envía un poder engañoso que les hace creer en la mentira, a fin de que sean condenados todos los que se negaron a creer en la verdad y se complacieron en el mal”. (2 Tesalonicenses, 2, 7-12).

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