JESÚS Y LOS ADÚLTEROS

Jesús y los adúlteros según Ana Catalina y sigan creyendo en la iglesia falsa. Cuando volvieron a presentar a Jesús delante de Herodes, fingiendo compadecerse mandó que le trajeran un vaso de vino para reparar sus fuerzas; pero Jesús meneó la cabeza, y no quiso beber.
Herodes habló con énfasis y largamente; repitió a Jesús todo lo que sabía de Él, le hizo muchas preguntas, y le pidió que hiciera un prodigio. Jesús no respondía una palabra, y estaba delante de él con los ojos bajos, lo que irritó a Herodes. Sin embargo, disimuló el enojo y continuó sus preguntas. Primero quiso halagarle: «Me duele ver que acusaciones tan graves pesen sobre Ti; he oído hablar mucho de Ti; sabes que me has ofendido en Tirza cuando libertaste, sin mi permiso, los presos que había hecho allí; pero sin duda lo hiciste con buena intención. Ahora que el gobernador romano te envía a mí para juzgarte, ¿qué tienes que responder a todas esas acusaciones? ¿Te callas? Me han hablado mucho de la sabiduría de tus discursos y de tus doctrinas; quisiera oírte responder a tus acusadores. ¿Qué dices? ¿Es verdad que eres el Rey de los Judíos? ¿Eres Tú el Hijo de Dios? ¿Quién eres? Dicen que has hecho grandes milagros; haz alguno delante de mí. Está en mi mano el darte la libertad. ¿Es verdad que has dado la vista a ciegos de nacimiento, resucitado a Lázaro de entre los muertos, y dado de comer a millares de hombres con unos cuantos panes? ¿Por qué no respondes? Créeme: haz alguno de tus prodigios; eso te será de provecho».
Como Jesús continuaba callado, Herodes prosiguió con más volubilidad: «Quién eres Tú? ¿Quién te ha dado ese poder? ¿Por qué no lo posees ya? ¿Eres Tú ese hombre cuyo nacimiento se cuenta de una manera maravillosa? Reyes del Oriente han venido a mi padre en demanda de ver a un Rey de los Judíos recién nacido: ¿es verdad, como cuentan, que ese niño eras Tú? ¿Y cómo escapaste de la muerte que fue dada a tantos niños? ¿Cómo ha sucedido eso? ¿Cómo transcurrió tanto tiempo sin hablarse de Ti? ¡Responde! ¿Qué especie de Rey eres Tú? ¡En verdad que no veo nada de regio en Ti! Dicen que hace poco fuiste conducido en triunfo hasta el templo; ¿qué significaba eso? ¡Habla, respóndeme!».
Todo ese flujo de palabras no obtuvo ninguna respuesta de parte de Jesús. Me fue explicado que Jesús no le habló porque estaba excomulgado, a causa de su casamiento adúltero con Herodías y de la muerte de Juan Bautista. Anás y Caifás se aprovecharon del disgusto que le causaba el silencio de Jesús, y comenzaron otra vez sus acusaciones: añadieron que había llamado a Herodes zorra; y también trabajado mucho tiempo en desprestigio de su familia; que había querido establecer una nueva religión, y celebrado la Pascua la víspera.

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