Lista de tareas de Monseñor Schneider para salvar la fe hoy:

Lista de tareas de Monseñor Schneider para salvar la fe hoy:

1. Debemos animar a los católicos de a pie a ser fieles al Catecismo que aprendieron, fieles a las claras palabras de Cristo en los Evangelios, fieles a sus padres y antepasados que se las transmitieron.

2. Debemos crear círculos de estudios y organizar conferencias sobre la enseñanza perenne de la Iglesia sobre los temas del matrimonio y la castidad, invitando de manera especial a los jóvenes y a los matrimonios.

3. Debemos hacer patente la belleza misma de la vida de castidad, la belleza misma del matrimonio cristiano y el gran valor de la Cruz y el sacrificio en nuestra vida.

4. Debemos proponer más cada vez el ejemplo de los Santos y de la vida ejemplar de quienes demostraron que, a pesar de estar sujetos a las mismas tentaciones de la carne, la misma hostilidad y el mismo ridículo por parte del mundo pagano, mediante la gracia de Cristo llevaron una vida feliz de castidad en un matrimonio cristiano y en su familia.

5. Debemos fundar y promover grupos de jóvenes de corazón puro, grupos familiares y grupos de matrimonios católicos comprometidos con la fidelidad de sus votos conyugales.

6. Debemos formar grupos que presten asistencia moral y material a familias destrozadas, a madres solteras, grupos que ayuden con oración y brindando buenos consejos a los matrimonios separados, grupos y personas que ayuden a los «divorciados vueltos a casar» a emprender un proceso de conversión en serio. Es decir, que reconozcan humildemente su situación de pecado y abandonen por la gracia de Dios los pecados que infringen el mandamiento de Dios y la santidad del sacramento del matrimonio.

7. Debemos formar grupos que ayuden a las personas con tendencias homosexuales a emprender el camino de la conversión cristiana, la vía alegre y hermosa de la vida de castidad, y a la larga ofrecerles con discreción el tratamiento psicológico.

8. Debemos manifestar y predicar a nuestros contemporáneos del mundo neopagano la liberadora Buena Nueva de la enseñanza de Cristo: que el mandamiento divino, el mismísimo sexto mandamiento, está lleno de sabiduría y belleza: «La ley de Yahvé es perfecta, restaura el alma; el testimonio de Yahvé es fiel, hace sabio al hombre sencillo. Los preceptos de Yahvé son rectos, alegran el corazón. La enseñanza de Yahvé es clara, ilumina los ojos» (Sal. 19(18), 7-8).

 9. Los cardenales, obispos, sacerdotes y familias y jóvenes católicos tienen que decir: Me niego a ajustarme al espíritu neopagano de este mundo, aunque dicho espíritu lo difundan algunos obispos y cardenales; me niego a aceptar su falaz y perversa utilización de la santa misericordia de Dios y el nuevo Pentecostés;me niego a ofrecer incienso a la estatua del ídolo de la ideología de género y a la del de las segunda nupcias en concubinato. Aunque lo acepte mi obispo, yo me niego a hacerlo. Por la gracia de Dios, prefiero padecer antes que traicionar la plenitud de la verdad de Cristo en lo que se refiere a la la sexualidad humana y el matrimonio.

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