El plan de Dios incluía la
creación del hombre para que lo adoráramos y amaramos, y para que fuéramos
felices en el Paraíso, este maravilloso plan fue truncado por Lucifer, que
tentó a nuestros padres Adán y Eva para que fueran como dioses y ellos
cayeron en lo que conocemos como el
pecado original.
De ahí para acá todo en
picada, comenzaron las enfermedades del cuerpo y del alma, nos volvimos
corruptibles y mortales y de estar en armonía y en paz con Dios y con la
naturaleza, pasamos a estar en compañía de Satanás y sus cómplices y ahora somos el campo de batalla de la
guerra espiritual.
Y la conclusión es muy fácil, el demonio era uno de los
principales ángeles del cielo: inteligente y poderoso, más que cualquiera de nosotros. El sabe además, que al final perderá la
batalla, así está escrito y así está dispuesto por Dios, La Santísima Virgen
María le pondrá su talón sobre la cabeza
y con San Miguel y las huestes celestiales lo precipitarán al infierno, luego,
nada de lo que haga podría hacer cambiar la historia, ya está escrita, ya pasó,
está pasando y pasará. Nada ni nadie
podría hacer que la criatura le gane al creador. Lo que él está haciendo es llevándose a la
mayor cantidad de criaturas para no estar solo en su desgracia. Nosotros somos su botín de guerra, y somos nosotros
quien podemos evitarlo, dando nuestro asentimiento al creador, a lo largo del
combate espiritual.
Como cada vez hay más demonios desatados, y cada vez la
iniquidad es peor y cada vez el hombre se siente más como Dios y como cada vez
hay más almas en peligro de perderse, Dios parará esta situación. Es lo que conocemos como el fin de los
tiempos, para evitar que se pierdan hasta los mismos elegidos. Pero resulta que ver los signos de los
tiempos es muy difícil, solo algunas personas, con la gracia de Dios lo logran
y los ven. Ven con claridad meridiana lo
que va a pasar, es más incluso algunos: como Rafael Arango, determinan con
precisión, gracias a la Biblia, la época (más no la fecha) en que esto
ocurrirá.
Dios en su infinita misericordia y así ha sido siempre desde
que sus hijos están en la tierra, ha anunciado mediante sus profetas lo que va
a hacer, nunca nos ha cogido desprevenidos o descuidados, siempre avisa para
que podamos cambiar, enmendar la plana, recomponer el camino, acercarnos a Él y
salvar nuestra alma. De hecho hoy en día
lo está haciendo, mediante muchos videntes de los cuales nombro solo a Luz
de María que tiene página web, ahí se puede leer todo lo
pertinente. No son sino anuncios de los que va a ser y de lo que va a pasar,
uno tras otro, casi todos los días del año.
En el evangelio de San Lucas, leemos en el capítulo 12
versículos 54 a 56 las siguientes palabras de nuestro señor: “Cuando veis una
nube que se levanta en el occidente, al momento decís: “Va a llover” y así
sucede. Y cuando sopla el sur, decís “viene bochorno; y así sucede.
¡Hipócritas! Sabéis explorar el aspecto de la tierra y del cielo ¿cómo no exploráis,
pues, este tiempo?
Somos capaces de mirar nuestro alrededor y leer lo que va a
pasar, por qué no podemos leer los signos de los tiempos? Ahí están, son notorios, están cantados desde
la Santa Biblia, los vemos todos los días, los padecemos a todas horas. Por qué no los vemos. Por qué nos los negamos.
Apoyado en varios textos, evidenciaré muchos de los signos del
final de los tiempos, solo con un objetivo en mente, que por lo menos alguno los
vea y se convierta a Nuestro Señor.
INICIO DEL PERIODO DE LAS GRANDES TRIBULACIONES
En el evangelio de San Mateo leemos lo pertinente a la gran
tribulación de Jerusalén, pero antes de que ella ocurra comenzarán las grandes
tribulaciones, que no será otra cosa que las grandes penas, por las que pasará
la humanidad y para qué, para que las personas se desacomoden, salgan de la
zona de confort en la que están. Pasar
de ese sopor espiritual a pensar en algo más, en el más allá, comenzar a
trascender.
Porque la tribulación produce sufrimiento y a través de él la
conversión. Dice la Santa Biblia en la
carta a los Romanos 5:3-5 ““Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en
las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la
paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza; porque
el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo
que nos fue dado”.
Dios se vale de esto para hacernos crecer, para nuestro bien,
no para el bien o provecho suyo, pues el no necesita perfeccionarse, porque Él ya
es perfecto en todo; los que necesitamos perfeccionarnos en este aspecto, somos
nosotros.
Por eso nos debemos gloriar en las tribulaciones, pero más que
en ellas en el hecho de que Dios las permite para nuestro bien, específicamente
para nuestro crecimiento.
Pero, en la Santa Biblia se anuncia que vendrá un período
donde habrá grandes tribulaciones. Dios gran
cantidad de cosas que nos llevarán a la conversión, reconoceremos la presencia,
la grandeza y el poder de Dios. Y lo
anuncia la palabra.
- Aumentará la maldad en todo el mundo
Jeremías 5:1-9 " 1 Recorran las calles de Jerusalén, miren e infórmense bien;
busquen por sus plazas a ver si encuentran un hombre, si hay alguien que
practique el derecho, que busque la verdad, y yo perdonaré a la ciudad. 2 Aun
cuando dicen: "¡Por la vida del Señor!", en realidad, juran
falsamente. 3 ¿Acaso tus ojos, Señor, no están puestos en la verdad? Tú los golpeaste, y no les dolió, los
exterminaste, y rehusaron aceptar la lección; endurecieron su rostro más que
una roca, no quisieron convertirse. 4 Yo decía: "Sólo la gente del pueblo es
la que obra estúpidamente, porque no conocen el camino del Señor, el derecho de
su Dios. 5 Me dirigiré a los grandes y les hablaré: Ellos sí que conocen el
camino del Señor, el derecho de su Dios". Pero también ellos han quebrado
el yugo, han roto las ataduras. 6 Por eso los ataca el león de la selva, los
devasta el lobo de las estepas, el leopardo está al acecho frente a sus
ciudades: todo el que sale de ellas es despedazado. Porque son numerosas sus
rebeldías, incontables sus apostasías. La actitud del Señor ante la infidelidad
de su Pueblo 7 ¿Cómo podré perdonarte esto? Tus hijos me han abandonado, han
jurado por lo que no es Dios. Yo los sacié, y ellos fueron adúlteros, van en
tropel a los prostíbulos. 8 Son caballos bien cebados y fogosos, cada uno
relincha por la mujer de su vecino. 9 ¿No los voy a castigar por esto? –Oráculo
del Señor–. De una nación semejante, ¿no me voy a vengar?
- Desastre tras desastre, violencia en las ciudades, mucho duelo, buscarán la paz y no la hallarán
- Nadie deplora su maldad, ni se arrepiente
- Corrupción general, asesinato, robo, adulterio, sangre
- Profetas y pastores se corromperán
- Proliferan en nuestra iglesia falsos profetas que llevan una doble vida, Jeremías 23: 14-15 no les sigáis porque manipulan vuestra mentes con sus fantasías, lo que dicen no proviene de Dios , estos usurpadores recibirán el castigo eternos
Jeremías 23: 14-16 "14 Pero entre los profetas de Jerusalén, he visto cosas
horribles: son adúlteros, viven en la mentira, tienden la mano a los
malhechores, y así nadie se convierte de su maldad! Todos ellos son para mí
como Sodoma y los habitantes de la ciudad, como Gomorra. 15 Por eso, así habla el Señor de los ejércitos
contra los profetas: Yo les haré comer ajenjo y les daré de beber agua
envenenada, porque de los profetas de Jerusalén ha salido la impiedad a todo el
país. 16 Así habla el Señor de los ejércitos: No escuchen las
palabras de los profetas que profetizan para ustedes: no hacen más que
ilusionarlos, lo que dicen son visiones de su imaginación, no lo que sale de la
boca del Señor.
Jeremías 23: 40 "40 Yo les infligiré un oprobio perpetuo y una ignominia
eterna, que no se olvidará jamás.
- Los pastores dispersan a su rebaño y las ovejitas andan por ahí errantes y confundidas
Ezequiel 34:1-16 "34 1 La palabra del Señor me llegó en estos términos: 2
¡Profetiza, hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel! Tú dirás a
esos pastores: Así habla el Señor: ¡Ay de los pastores de Israel que se
apacientan a sí mismos! ¿Acaso los pastores no deben apacentar el rebaño? 3 Pero ustedes se alimentan con la leche, se
visten con la lana, sacrifican a las ovejas más gordas, y no apacientan el
rebaño. 4 No han fortalecido a la oveja débil, no han curado a la enferma, no
han vendado a la herida, no han hecho volver a la descarriada, ni han buscado a
la que estaba perdida. Al contrario, las han dominado con rigor y crueldad. 5 Ellas se han dispersado por falta de pastor,
y se han convertido en presa de todas las bestias salvajes. Mis ovejas se han
dispersado, 6 y andan errantes por todas las montañas y por todas las colinas
elevadas. ¡Mis ovejas están dispersas por toda la tierra, y nadie se ocupa de
ellas ni trata de buscarlas! 7 Por eso, pastores, oigan la palabra del Señor. 8
Lo juro por mi vida –oráculo del Señor–: Porque mis ovejas han sido expuestas a
la depredación y se han convertido en presa de todas las fieras salvajes por
falta de pastor; porque mis pastores no cuidan a mis ovejas; porque ellos se
apacientan a sí mismos, y no a mis ovejas; 9 por eso, pastores, escuchen la
palabra del Señor: 10 Así habla el Señor: Aquí estoy yo contra los pastores. Yo
buscaré a mis ovejas para quitárselas de sus manos, y no les dejaré apacentar
mi rebaño. Así los pastores no se apacentarán más a sí mismos. Arrancaré a las
ovejas de su boca, y nunca más ellas serán su presa. 11 Porque así habla el
Señor: ¡Aquí estoy yo! Yo mismo voy a buscar mi rebaño y me ocuparé de él. 12
Como el pastor se ocupa de su rebaño cuando está en medio de sus ovejas
dispersas, así me ocuparé de mis ovejas y las libraré de todos los lugares
donde se habían dispersado, en un día de nubes y tinieblas. 13 Las sacaré de
entre los pueblos, las reuniré de entre las naciones, las traeré a su propio
suelo y las apacentaré sobre las montañas de Israel, en los cauces de los
torrentes y en todos los poblados del país. 14 Las apacentaré en buenos
pastizales y su lugar de pastoreo estará en las montañas altas de Israel. Allí
descansarán en un buen lugar de pastoreo, y se alimentarán con ricos pastos
sobre las montañas de Israel. 15 Yo mismo apacentaré a mis ovejas y las llevaré
a descansar –oráculo del Señor–. 16 Buscaré a la oveja perdida, haré volver a
la descarriada, vendaré a la herida y curaré a la enferma, pero exterminaré a
la que está gorda y robusta. Yo las apacentaré con justicia.
- La tierra ha sido profanada con tanto pecado y una maldición devora por culpa de los que habitan en ella, la tierra se marchita, y quedarán muy pocos del género humano
Isaías 24: 1-6 "1 Miren, el Señor arrasa la tierra y la deja desierta, trastorna
su faz y dispersa a sus habitantes. 2 Correrán la misma suerte tanto el pueblo
como el sacerdote, el esclavo como su señor, la esclava como su señora, el
comprador como el vendedor, el que pide prestado como el que presta, el
acreedor como el deudor. 3 La tierra es arrasada, sí, arrasada, saqueada por
completo, porque el Señor ha pronunciado esta palabra. 4 La tierra está de
duelo, desfallece, el mundo se marchita, desfallecen las alturas junto con la
tierra. 5 La tierra está profanada bajo los pies de los que la habitan, porque
ellos violaron las leyes, transgredieron los preceptos, rompieron la alianza
eterna. 6 Por eso la Maldición devora la
tierra y sus habitantes soportan la pena; por eso se consumen los habitantes de
la tierra y no quedan más que unos pocos.
- Convertíos ahora, porque habéis de morir
- Cuando empiecen a suceder estas cosas, cobrad ánimo y levantad la cabeza, porque se acerca vuestra liberación.
Lucas 21, 28 " 28 Cuando comience a suceder esto, tengan ánimo y levanten la cabeza porque está por llegarles la liberación.
REFERENCIAS DEL FIN DE LOS TIEMPOS:
1. El inicio de las Grandes tribulaciones
2. Los
desastres naturales
3. El caos
moral y social
4. La crisis
en la Iglesia Católica
5. La Instauración del Nuevo Orden Mundial,
6. El Gran
Aviso,
a. primera parte
b. segunda parte: Señales
c. tercera parte: el impacto
d. cuarta parte. Qué hacer
No hay comentarios.:
Publicar un comentario