Señor Jesús, en Tu nombre
y con el Poder de Tu Sangre Preciosa sellamos toda persona, hechos o
acontecimientos a través de los cuales el enemigo nos quiera hacer daño. Con el
Poder de la Sangre de Jesús sellamos toda potestad destructora en el aire, en
la tierra, en el agua, en el fuego, debajo de la tierra, en las fuerzas
satánicas de la naturaleza, en los abismos del infierno y en el mundo en el
cual nos moveremos hoy. Con el poder de la Sangre de Cristo sellamos los
volcanes, los cráteres, las montañas, los lagos y lagunas, los ríos, los
océanos y los mares y los límites de ellos con la tierra, sellamos el universo
entero con la Preciosísima Sangre de Cristo.
Te suplico Señor que
selles mi vida personal con todas mis pertenencias. Sello mi salvación con Tu
Preciosa Sangre, sello mis sentimientos, para que todos mis afectos sean
cubiertos. Sello con Tu Sangre mis inquietudes para estar seguro de alcanzar la
respuesta a mis necesidades. Sello mi corazón para que no entre ningún espíritu
de rencor, amargura, odio, depresión, soberbia, orgullo, vanidad, jactancia, tristeza,
duda o miedo.
Sello con Tu Sangre mi
voluntad para que esté presta siempre a hacer el bien, sello mi mente para que
entren solo pensamientos que me permitan alcanzar el gozo, la paz y así cambiar
mi manera de vivir. Sello con Tu Sangre, Señor, mi cuerpo para que reciba la
salud, sea protegido del pecado y de las enfermedades, adulterios y accidentes.
Sello mi pasado para que
toda herida que aún me haga daño sea sanada con Tu Sangre bendita. Sello mi
presente para que todas mis actividades sean cubiertas con Tu Sangre
protectora. Sello mi futuro para que mis planes, proyectos sean preservados de
todo ataque y toda influencia del maligno. Con el poder de la Sangre de Jesús
sellamos nuestra casa y a todos los que habitan en ella (nombrarlos a todos
con nombre y apellido), sellamos con el Poder de la Sangre de Jesús a todas
las personas que El Señor enviará a nuestra casa, así como los alimentos y los
bienes que El Señor generosamente nos envíe para nuestro sustento. Con el poder
de la Sangre de Jesús sellamos tierra, puertas, ventanas, objetos, ropa,
paredes, techos y pisos, el aire que respiramos y en fe colocamos un círculo de
Su Sangre alrededor de toda nuestra familia. Sello a mis seres queridos, a mis
amigos, vecinos, a mis compañeros de trabajo (mencionar a quienes más)... para
que todos sean protegidos.
Con el Poder de la Sangre
de Jesús sellamos los lugares en donde vamos a estar este día y las personas,
empresas o instituciones con quienes vamos a tratar (nombrar cada una de
ellas). Con el poder de la Sangre de Jesús sellamos nuestro trabajo
material y espiritual, los negocios de toda nuestra familia, los vehículos de
todos ellos, las carreteras, los aires, las vías y cualquier medio de
transporte que habremos de utilizar, Con Tu Sangre Preciosa sellamos los actos,
las mentes y los corazones de todos los habitantes y dirigentes de nuestra
patria a fin de que Tu Paz y Tu Corazón reinen en ella.
Sello mi economía, para
que se derrame abundantemente Tu Providencia en mi vida, para que Tu Prosperidad
llegue en abundancia. Sello mis deudas para que el devorador huya y
desaparezcan. Invoco Tu Sangre preciosa sobre mi boca y sello mis palabras para
que sean sólo de bendición.
Tu Sangre preciosa me haga
invisible, cuando se nos acerque el enemigo nos permita reconocerlo y vencerlo
por la invocación de Tu Nombre. Sello todo mi ser y me coloco bajo tu
protección para que me libres de toda acechanza del mal. Con el poder de la Sangre
de Jesucristo rompo y destruyo toda potestad de interferencia, la interacción
del maligno y prohíbo toda comunicación entre espíritus.
Pido Jesús, que envíes a
tu Santísima Madre del Perpetuo Socorro, para que se haga presente en mi hogar
y en mi trabajo y me acompañe con San Miguel Arcángel, y sus nueve coros
angélicos, San Gabriel, San Rafael y mi Angel de la Guarda. Gracias Señor
porque Tu eres el guardián que nunca duermes. Gracias Señor, por Tu Sangre
preciosa, porque gracias a ella somos preservados de todo mal. Tu Sangre nos
hace invisibles, bendito y alabado seas por siempre Señor.
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