SÚPLICA A NUESTRA SEÑORA (tomada de Reynaldo: la Limosna/ radio cristandad


Buscando cuál es la misericordia que agrada a Dios, me encontré con esta oración, que me parece es un hermoso resumen de los evangelios en REYNALDO: LA LIMOSNA | RADIO CRISTIANDAD

Madre, Reina y Señora nuestra, modelo de caridad fraternal, que Te olvidaste de Ti Misma, de Tu propia gestación, de Tu propia necesidad de tiempo para preparar el ajuar de Tu Divino Hijo al que pocos meses después habrías de dar a luz… y corriste veloz junto a Tu anciana prima, Santa Isabel, para servirla y ayudarla en otro lo que había menester.  Enséñanos, pues, a mirar siempre hacia el lado, hacia el que nos necesita (aunque no lo diga).

Dinos cómo subir la montaña y poner bajo nuestros pies nuestros intereses egoístas, nuestros caprichos, nuestros deseos personales.

Enséñanos, como hiciste Tú, a no esperar a que nos llamen, sino a adelantarnos y acudir al lugar o a la persona que precisa de nuestra ayuda, de nuestra provisión, de nuestro consejo, de nuestra alegría.

Además, ayúdanos a llevar esas obras de amor hasta el final… ¡Que no las dejemos inconclusas!  Tú estuviste en casa de tu prima “tres meses” –es decir, hasta terminar la obra que habías comenzado.

Madre, enséñanos a darnos cuenta de dónde y cuándo falta el vino espiritual en alguna persona o en algún hogar… como Tú te percataste en Caná de que faltaba el vino material y recurriste a Jesús para que llenaras las vasijas vacías.

Madre y Maestra nuestra, Encanto de nuestros ojos, Bálsamo Celestial para nuestro corazón, Panal de Miel que endulza nuestra vida y transforma nuestras pruebas y dolores en bendición, queremos vivir una Cuaresma fructífera, queremos salir de la Cuaresma renovados espiritualmente, transformados, reflejando Tu hermosura en cada acto de nuestra vida…. Y entonces, el Viernes Santo, junto a Ti al Pie de la Cruz podremos ofrecer a Jesús estas gavillas como un sacrificio de alabanza por Su entrega total y Su compañía constante.

Envuélvenos en Tu Manto para que no se vea nuestra desnudez espiritual... Perfúmanos con Tus aromas divinos para que el hedor de nuestros pecados no perturbe el Olfato de la Deidad… y sobre todo, Madrecita nuestra, sujeta nuestras manos entre las Tuyas para que nunca nos apartemos de Ti. Amén.


Isaías, 58  1.      Clama a voz en grito, no te moderes; levanta tu voz como cuerno y denuncia a mi pueblo su rebeldía y a la casa de Jacob sus pecados.  2. A mí me buscan día a día y les agrada conocer mis caminos, como si fueran gente que la virtud practica y el rito de su Dios no hubiesen abandonado. Me preguntan por las leyes justas, la vecindad de su Dios les agrada.  3.- ¿Por qué ayunamos, si tú no lo ves? ¿Para qué nos humillamos, si tú no lo sabes? - Es que el día en que ayunabais, buscabais vuestro negocio y explotabais a todos vuestros trabajadores.  4. Es que ayunáis para litigio y pleito y para dar de puñetazos a malvados. No ayunéis como hoy, para hacer oír en las alturas vuestra voz.  5. ¿Acaso es éste el ayuno que yo quiero el día en que se humilla el hombre? ¿Había que doblegar como junco la cabeza, en sayal y ceniza estarse echado? ¿A eso llamáis ayuno y día grato a Yahveh?  6. ¿No será más bien este otro el ayuno que yo quiero: desatar los lazos de maldad, deshacer las coyundas del yugo, dar la libertad a los quebrantados, y arrancar todo yugo?  7. ¿No será partir al hambriento tu pan, y a los pobres sin hogar recibir en casa? ¿Que cuando veas a un desnudo le cubras, y de tu semejante no te apartes?  8. Entonces brotará tu luz como la aurora, y tu herida se curará rápidamente. Te precederá tu justicia, la gloria de Yahveh te seguirá.  9. Entonces clamarás, y Yahveh te responderá, pedirás socorro, y dirá: «Aquí estoy.» Si apartas de ti todo yugo, no apuntas con el dedo y no hablas maldad,  10.  repartes al hambriento tu pan, y al alma afligida dejas saciada, resplandecerá en las tinieblas tu luz, y lo oscuro de ti será como mediodía.  11. Te guiará Yahveh de continuo, hartará en los sequedales tu alma, dará vigor a tus huesos, y serás como huerto regado, o como manantial cuyas aguas nunca faltan.  12. Reedificarán, de ti, tus ruinas antiguas, levantarás los cimientos de pasadas generaciones, se te llamará Reparador de brechas, y Restaurador de senderos frecuentados.  13. Si apartas del sábado tu pie, de hacer tu negocio en el día santo, y llamas al sábado «Delicia», al día santo de Yahveh «Honorable», y lo honras evitando tus viajes, no buscando tu interés ni tratando asuntos,  14. entonces te deleitarás en Yahveh, y yo te haré cabalgar sobre los altozanos de la tierra. Te alimentaré con la heredad de Jacob tu padre; porque la boca de Yahveh ha hablado.


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