Nos han lavado la mente, o por lo menos han
tratado de hacerlo, de tal suerte que ahora solo creemos en la fuerza de la
razón, en el poder de nosotros mismos, en la fuerza de nuestra mente, en el
pensamiento positivo y en todas esas basuras que nos ha traído la nueva era: Apocalipsis 12,15 "y la serpiente arrojo
agua de su boca, tras la mujer, agua como un río, para que fuese arrastrada por
el río". La serpiente es Satanás,
el agua es la Nueva era y la mujer es la Iglesia, y sí estamos que nos ahogamos
con todas las basuras que vienen de Satanás.
Por eso nos quieren mudos, por eso nos quieren
silenciados, por eso meten cada vez que pueden mentiras, para que nos salgamos
de la verdad. Como han hecho con todo lo
de los Mayas, poniendo a esos indígenas a hablar del fin del mundo, coincidente
con las señas que están en la Biblia, para que todo el mundo ser burle y se ría. Para restarle fuerza a las cuestiones de
Dios, que vienen en la Biblia, que están profetizadas desde hace más de dos mil
años.
Pues bien, es evidente que estamos viviendo
momentos difíciles, momentos apocalípticos, y que el fin de los tiempos está
encima. Entre todas las cosas que van a
pasar está el gran Aviso, que no es más que una de las últimas manifestaciones
de la misericordia infinita de DIOS.
El AVISO universal será un evento cósmico sin
precedente en la historia de la humanidad, un fenómeno de naturaleza
desconocida para la ciencia; según muchos videntes será como una LUZ encendida
en las profundidades del Cosmos, que proviene directamente de Dios y que
impactará la tierra durante 20 minutos aproximadamente, será visible al ojo
humano pero será también una fuerza invisible que sacudirá las conciencias de
los hombres, provocando en el ser un gran shock de orden emocional, psicológico
y espiritual, mas no producirá ningún daño físico directo; por lo tanto bien se
podría definir como “el último esfuerzo del cielo” para que la humanidad tome
clara conciencia de Dios y del pecado, ampliando la dimensión espiritual y la
comprensión de la MAGNITUD de la distancia que hemos tomado de Dios por causa
de nuestros pecados.
En otras palabras, este Aviso universal será una
gran prueba para la conciencia de la humanidad, no será pues algo que modifique
el curso de los eventos catastróficos que deberemos afrontar, sino más bien
será una posibilidad de cambiar nuestra perspectiva frente a esta realidad,
pudiendo obtener de ello grandes beneficios espirituales.
Este Aviso está vinculado a un fenómeno de la
naturaleza; que este nombre existe en el diccionario y empieza con la letra
“A”.
·
Que el Aviso es algo que viene directamente
de Dios y podrá verse en todo el mundo al mismo tiempo.
·
Que será como una relación de nuestros
pecados y será visto y experimentado tanto por creyentes como por no creyentes
y por personas de todas religiones.
·
Que el Aviso es como una purificación para
prepararse al Milagro.
·
Que es también una especie de catástrofe,
que hará que pensemos en los muertos, es decir, que preferiríamos estar muertos
antes que experimentar la vivencia del Aviso.
·
Que este Aviso será una corrección de la
conciencia del mundo, y los que no conocen a Cristo, es decir, los que no son
cristianos creerán que es un Aviso de Dios.
·
Que lo más importante de ese día es que
todas las personas del mundo verán una señal, una gracia o un castigo, en otras
palabras, un Aviso.
· Que se hallarán completamente solos en el
mundo en ese momento, independientemente de donde estén, a solas con su
conciencia y ante Dios. Verán entonces
todos sus pecados y lo que sus pecados han provocado.
· Que cada quien sentirá de modo distinto este
acontecimiento porque dependerá de la conciencia de cada uno, ya que los
pecados son distintos los de una persona y los de otra.
· El Aviso estará vinculado a un fenómeno astral, como si dos
estrellas chocaran entre sí; que este fenómeno no producirá daño físico, pero
nos espantará, porque en ese preciso instante veremos nuestras almas y el daño
que hemos hecho; será como si estuviéramos agonizando, pero no moriremos por
sus efectos, aunque es posible que muramos de miedo o por la impresión de
vernos a nosotros mismos.
LA GRAN CRUZ QUE SE VERA EN EL CIELO
“…ENTONCES
APARECERÁ LA SEÑAL DEL HIJO DEL HOMBRE EN EL CIELO; Y ENTONCES LAMENTARÁN TODAS
LAS TRIBUS DE LA TIERRA…”
(Mateo
24:30)
Conviértanse, arrepiéntanse, antes de que el AVISO
llegue y el peso del pecado les lleve a padecer hasta en las entrañas,
desgarrándoles el alma al conocer por sí mismos la lejanía de Dios, la falta de
amor y la desobediencia en que han vivido continuamente.
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